sábado, 20 de noviembre de 2010

JUDAS PRIEST "Stained Class" (1978, Heavy Metal)


Un disco que hacía rato quería comentar no sólo por su calidad sino por sus efectos colaterales en la banda y fuera de ella. Graban en Chipping Norton Studios bajo la producción de Dennis Mackay, excepto… un tema solo. Se le sugiere a la banda grabar un tema más accesible para meter de single y optan por un tema de Spooky Tooth "Better By You, Better Than Me" (Producido por James Guthrie, quién años después produciría “The Warning” de Queensrÿche”). Sin querer, años después esta elección les traería dolores de cabeza judiciales. Y aquí me detengo.

En 1985, James Vance, de 20 años y Raymond Belkamp, de 18, vivían en Nevada, Estados Unidos, ambos fans del heavy metal y fans de Judas Priest. Los chicos estaban escuchando "Beyond The Realms Of Death" (De este disco) mientras bebían y fumaban porro. Decidieron quitarse la vida con una escopeta que había en la casa. Primero ambos jóvenes destrozaron la habitación en donde se encontraban para luego marcharse de la casa a caminar varios minutos y llegar hasta un pequeño parque. Ray se apuntó a la cabeza con la escopeta y perdió su vida de inmediato. James dudó de entrada, cerró los ojos y apretó el gatillo pero cayó al suelo vivo dado que erró el tiro sobreviviendo tres años más para luego morir de una sobredosis de drogas.

Los abogados de las familias involucradas aseguraban poseer pruebas contundentes de que en el álbum había mensajes subliminales que demostrarían que realmente “existían”. Mismo “expertos” como William Nickloff y Steve Williamson descubrieron que en justamente en ¡"Better By You, Better Than Me"!, uno de los temas de Judas que los chicos habían escuchado momentos antes de dispararse, se ocultaba un mensaje subliminal fonoinvertido que refería al suicidio (se escuchaba "Do It!, Do It!", o sea "¡Hazlo!, ¡Hazlo!”). En el transcurso del juicio pretendían probarlo, demás está decir que el mismo tuvo mucha repercusión mediática (Recuerdo haber visto la noticia en la cadena CNN y los tipos no pasan cualquier cosa). Rob Halford, Glenn Tipton y K. K. Downing tuvieron que comparecer en un tribunal de Reno, Nevada. Halford coherentemente aportó una prueba de que el tema “Invader” (Otro más del disco) invertido contenía también un mensaje que sonaba a “Nosotros también debemos armar una defensa” (¿A que carajo incita eso señores “expertos”?), refrendando que todo lo que se escuchaba era debido a inflexiones de su voz que se reflejaban al inverso sin intención. El juez admitió haber escuchado este y otros “mensajes subliminales” pero estimó que se trataba de un cumulo casual de efectos sonoros y que no hubo en ningún momento mala fe por parte de la discográfica o la banda propiamente dicha y fueron absueltos de pagar seis millones de dólares de indemnización.


Sacando esta payasada pero que debe ser mencionada sobretodo para los más jóvenes, el disco fue el primero que realmente definió el sonido más métalico de Priest y acaso sea de los mejores discos de toda la discografía del quinteto. La velocidad y los ataques de viola en “Exciter”, la pesadez y solidez de otros temas más a medio tiempo como el tema título, el controvertido cover que suena muy bien pero se nota que no es un tema autoría de la banda, y una seguidilla de temas sublimes (Frenada por “Savage”, muy Deep Purple para mi gusto): “Invader”, el EXCELENTE “Saints In Hell” en donde Halford llega a tope de sus posibilidades y la banda suena tremendamente metálica para bajar varios cambios con un tal “Beyond The Realms Of Death” (El mejor “lento” de Priest en toda su carrera, ¿oscuro y tortuoso?). La calidad de los temas y el claro avance hacia un sonido decididamente más duro, agresivo y macizo, sacando pequeños baches de los temas mencionados o del cerrador “Heroes End” los hizo pegar un salto en calidad, al punto de que este es el disco preferido de ciertos fans. En mi caso lo revaloricé con los años, y es muy recomendable para quién no escuchó nada del Judas de los setentas (Que es diferente al posterior), para luego proseguir con cualquiera de esa década. Tranquilos que no pasa nada, si tienen revolveres en la casa denle para adelante que si el oyente es sano y cuerdo (No fue el caso de las dos personas involucradas), tendrá “clase” para apreciar este gran trabajo, tal vez medio oculto para fans que prefieren "Screaming For Vengeance" y "Painkiller".

Calificación: 9/10

sábado, 13 de noviembre de 2010

DEVASTATION "Idolatry" (1991, Thrash/Death Metal)




Recuerdo cuando ya la convertibilidad empezaba a echar raíces en nuestro país. Tímidamente empezaron a importar CDs – Musimundo a la cabeza – y las disquerías que antes se limitaban a grabar de vinilo a cassette o vender vinilos importados a precios realmente inalcanzables para un fan medio fueron importando a la par. Un día recorriendo bateas en la vieja disquería Rainbow de la Galería Paseo Lavalle encontré este CD. Ya leía “Metal Maniacs”, que se había deshecho en elogios con él. Lo compré de una. ¿Qué tengo de interesante para comentarles como introducción, tal mi tradición?. Desgraciadamente por “falta de fondos” tuve que vender CDs en 1996, y este fue uno de ellos. Hace dos años salió una HORRENDA reedición de un sello que compró este disco e hizo DESASTRES en el remasterizado, ni les cuento mi decepción. Afortunadamente hace un mes lo rescaté usado en excelente estado vía EBay. Se cerró el círculo. Ya con el CD de nuevo en mi poder, hago justicia y voy a hablar sobre una banda totalmente inadvertida o no reconocida. Un quinteto de thrash rozando el death – o al revés, están en la frontera – oriundos de Corpus Christi (Texas) que había editado dos discos anteriores (“Violent Termination” y “Signs Of Life”) recibe una oferta de Combat (EL sello en aquel momento para una banda de ese tipo) para editar el sucesor. Les ponen plata para el mejor productor y estudios posibles: Morrisound Studios y el gran Scott Burns. Y tenía que salir algo grosso con esa combinación.


Mejor nombre no pudieron haber elegido para su banda. Ya devastaban en los discos anteriores, pero acá ajustan clavijas y propulsados por Scott, el resultado es también devastador. Imaginen a Dark Angel cruzado con el Sepultura de “Arise” y con violas disonantes que constantemente crean caos, y de golpe frenan y tiran riffs más “melódicos”. Ya “Deliver The Suffering” arranca con el doble bombo a medio tiempo sacando chispas, con las violas de Henry Elizondo y Dave Burk sonando como turbinas de Boeing 747 en el minuto que precede a la intro. Recuerdo la primera vez que lo escuché, la sensación de estar siendo demolido lentamente por estos guachos. Un corte con un riff y el batero David Lozano empieza a tocar al mejor estilo Gene Hoglan ala Dark Angel cuando se ensaña con el redo. Pero no todo es onda “Darkness Descends” ya que el resto de los temas varían entre medios (“Freewill”, “Subconscious”), rápidos (“Never Believe”) y trabados “Souls Of Sacrifice”. Hasta meten una introducción con acústica en el tema título, esa misma interpretación es la que da cierre a este GRAN CD. Si te gusta el thrash de Sepultura en “Arise” y te caben bandas paleras como Dark Angel y Morbid Saint esto es lo que estás buscando. Sino, tal vez sea un disco que no sabías que existía y hasta puede que lo idolatres más de lo que te pensás.

Calificación: 8.5/10

lunes, 8 de noviembre de 2010

EUROPE en Buenos Aires, Estadio Malvinas Argentinas (Domingo 7 de Noviembre de 2010)


Setlist:

1) Prelude
2) Last Look at Eden
3) The Beast
4) Rock The Night
5) Scream of Anger
6) Let The Good Times Rock
7) Carrie
8) Solo John Norum
9) Seventh Sign
10) Don't Cry For Me Argentina (Acustica, interludio)
11) New Love in Town
12) Love is Not The Enemy
13) More Than Meets The Eye
14) Stormwind
15) Start From The Dark
16) Solo Ian Haugland
17) Cherokee
18) Superstitious/No Woman No Cry (Breve)

Bis:

19) Ready Or Not
20) The Final Countdown

Una muy cálida tarde de noviembre era la entrada a este lugar nuevo para mí. Tras hacer una cola de dos cuadras, al final adiviné que… no habían abierto las puertas del estadio. A media hora del show, el recinto (Que es una suerte de Estadio Obras con techo más alto y con algo más de capacidad) tenía 50% de campo y una sola popular habilitada con un 25% de gente. Como mucho 2.000 personas en total incluyendo a los numerosos cocacoleros presentes. Poquísimo para una banda como Europe, pero también hay que considerar el hiato desde “Prisoners In Paradise” hasta su regreso en “Start From The Dark” en el 2004. Eso se notó en la concurrencia que era público de treinta para arriba en su 90% y mucho ambiente ochentoso.

El show arrancó 21:00 horas con “Last Look At Eden”, empalmada con “The Beast” las dos de su muy buen último trabajo. La gente respondía, y la banda redobló la artillería con una muy potente versión de “Rock The Night”. Tras ese viento a favor, el público estaba re cebado, y la banda entró en un estado de tocar hard rock melódico eficientemente, no efectivo y al mentón. Y esa impresión me dieron, los tipos cumplen, son excelentes músicos, pero te dan la sensación de que están para más y no la clavan al ángulo. Lo pude cerciorar con los temas de – a mi entender – su mejor disco, que sonaron OK pero sin el fuego que yo esperaba (“Ready Or Not”, “Superstitious”, “Let The Good Times Rock” y la sorpresa de “More than metes the eye”).

A todo esto se agregaron dos factores más. El sonido fue desparejo y apenas aceptable con notorios altibajos, Joey Tempest quedaba muy tapado en la mezcla y los platos del batero Ian Haughland estaban muy adelante, en un plano medio estaban la viola de John Norum, los teclados de Mic Michaeli, y John Leven con su bajo… era un hilo imperceptible. Se notó que el sonidista trató de corregir cosas (¡Lo cual desemparejo más aún la cosa!) pero sin zozobrar el sonido no llegó a eclipsar las performances, excepto “Start From The Dark” que rozó la bola de ruido. Cambié varias veces de posición en el campo a ver si era la acústica del Malvinas pero no hubo tu tía. En donde la banda clavó el puñal fue con clásicos de la talla de “Stormwind” (Brillante), e irónicamente con TODOS los temas que tocaron de su álbum más comercial, cuyas versiones sonaron infinitamente más fuertes que las del disco. Así “Carrie” pasó a ser una balada en la vena de “Love Of My Life” (Queen) en vez de ese tema de FM archiquemado, y las que vinieron después agitaron a los presentes. Hubo un solo de guitarra de Norum breve y muy blusero que hizo advertir al avispado cuanto bebió de las fuentes de Schenker y Gary Moore. En cambio el de Haughland con la quinta de Beethoven de fondo fue el más aburrido y “vende humo” que presencié en mi vida.

Joey Tempest es un gran cantante pero honestamente tuve que hacer un sobre esfuerzo para escucharlo. Como frontman es impecable y se nota que disfruta de estar en el escenario. Da la impresión de llevar la batuta en la banda. De hecho el fue el compositor de todos los temas de los ochentas. En un momento hasta agarró una cámara de filmar y registró a la audiencia mientras cantaba el olé olé tradicional. Los cuatro restantes mostraban cara de sorprendidos ante el fervor del público. En cierto pasaje del show Mic Michaelis se acerca a Tempest y le susurra algo al oído, pero lamentablemente fue uno de los momentos más bajos del show. “Ustedes cantan más fuerte que los Brasileños”. ¡Basta de demagogia por favor!. Aprendan de AC/DC y Rush. Otro acto similar fue la breve incursión acústica de Tempest interpretando “Don’t Cry For Me Argentina”.


Así y todo el show fue muy entretenido y agradable. Acaso esta última es la palabra. Los baches fueron eso y no empañaron el resultado final. Tempest llegó a emocionarme cuando contó antes de “New Love In Town” que fue compuesta luego del nacimiento de su primer hijo, y la ejecución fue impecable emocionando a todo el estadio. Pero EL momento fue cuando luego de retirarse tras casi una hora treinta, clavaron los colmillos con “Cherokee” (Muy fuerte) y una tremenda e inesperada en cuanto a su voltaje “The Final Countdown” que hizo saltar en serio a todo el estadio, fue emocionante ver a treintañeros al lado mío semi pogueando y dándole al tranco a full.

Europe vino a Argentina y cumplió. ¿Están para más?. Creo que en vivo sí acorde a lo visto en el DVD “Live From The Dark”. Pero ni el sonido, ni la temperatura, ni la pobrísima cantidad de gente hizo que el show naufragara. La gente se fue chocha, yo me fui contento y satisfecho, pero me esperaba que me volaran el mate como Scorpions, cosa que Europe no logró. Insisto que tal vez los músicos regularon en ciertos pasajes, o el show tuvo los pasajes desparejos que ya mencioné.

Calificación: 7/10

sábado, 6 de noviembre de 2010

SAXON "Denim And Leather" (1981, Heavy Metal)




Tenía 17 años. Fui a la cueva a donde me grababan cassettes de vinilos importados. “Quiero algo no tan suave como Ratt pero no tan agresivo como Metallica”. El disquero con un cliente entendido se miraron y me tiraron el ancho de espadas: ¿Escuchaste Saxon?. Te va a volar el mate. Permitime que te grabe el disco que más le gusta a sus fans”. Acepté encantado, y me cambió la vida. Inglaterra, principio de los ochentas. Explotó el heavy metal a full: bandas nuevas como Iron Maiden más un movimiento llamado “New Wave Of British Heavy Metal” clavaron sus estandartes y comenzaron a atacar sin misericordia. Pero detengámonos en estos dos primeros años de la década. Bandas que venían remando desde antes no se quedaban atrás y sacaban sus discos más emblemáticos. Black Sabbath “Heaven And Hell”, Judas Priest “British Steel”, Motörhead “Ace Os Spades” y había una que había empezado a mediados de los setentas que iba haciendo sus pinitos. Recién en 1979 editan el disco debut autotitulado y después dos discos llenos de riffs, metal y sentimiento (“Wheels Of Steel” y “Strong Arm Of The Law”, el primero llegó al quinto puesto del chat británico… en 1980…). Todo estaba preparado para que el quinteto saliera con una obra maestra, y así lo hizo. Grabaron en los estudios Aquarium de Génova (Italia) y parieron nueve temas que son un himno de metal tras otro, melodía, más base contundente, más epicismo, más dos violeros tremendamente rifferos hicieron que “Denim And Leather” sea (A mi parecer) el punto más alto de Saxon.


Como no emocionarse con el riff de arranque de “Princess Of The Night” (Uno de mis favoritos de todo el metal) y Biff Byford con esa voz melódica pero con fuerza a la par. Los temas que tienen más arpegios son vibrantes y emocionantes tal es el caso de “Out Of Control” y “Midnight Rider”. Otros te van más a la yugular pero la melodía no se pierde (“Rough And Ready”, “Fire In The Sky”) y otros son lisa y llanamente himnos como “And The Band Played On” (La letra refiere al Castle Donington de 1980 en donde cerraba Rainbow y tocaban bandas como UFO, Scorpions, Judas Priest y Saxon “la banda siguió tocando” luego de un problema) y el tema título que si realmente te gusta el heavy metal, se te debería poner la piel de gallina. Byford desde ya melodiza mucho y se luce en ciertos coros logradísimos, pero acá la usina de polenta son los riffs. Uno tras de otro, sin tregua, merito de los violeros Paul Quinn y Graham Oliver. Lo de estos dos ñatos es ASESINO POR DONDE SE LO MIRE. La base compuesta por el bajista Steve Dawson y el batero Pete Gill es el cimiento para que los otros tres tiren magia en cada tema. “Denim And Leather” es un clásico del metal no reconocido como tal, y vengo a hacer justicia con la review y con la banda. Si, Saxon de todo el lote fue la que no tuvo el reconocimiento debido. ¿Cómo pudo haber sido habiendo pariendo esta genialidad?. Me olvide, el mundo nunca es justo. Repito, si te gusta el heavy metal y no lo escuchaste, no pierdas medio milisegundo. Imprescindible.

Calificación: 10/10