domingo, 18 de noviembre de 2007

CANNIBAL CORPSE “Tomb Of The Mutilated” (1993, Death Metal)


Luego de haber comprado su controversial CD “Butchered At Birth”, para fines del ’93 conseguí la edición censurada de este disco. La cosa venía brava, ya en la placa anterior la tapa era fuerte para la época (Una suerte de carnicero esquelético carneando a una mamá dando a luz, con fetos colgados de fondo), y las letras seguían por el mismo andarivel. Si ven la tapa más arriba entenderán porque circuló más la versión censurada. Acá no solo se cruzó lo gore, sino que en todo el disco hay una saña con énfasis en el sexo y la violencia. En lo que a mi respecta siempre me tomé todo esto como lo que es: un chiste, concentrándome en lo que más importa: la música. “Tomb Of The Mutilated” marca cierta progresión en relación a su antecesor. Ya abrir con el mejor tema de su carrera (“Hammer Smashed Face”) hace la diferencia, con un riff y batería que no aflojan ni un instante. En el aspecto instrumental la producción es más nítida, los riffs más variados, y el bajo de Alex Webster es infinitamente más audible, como se puede apreciar en “Addicted To Vaginal Skin” (No puedo evitar reirme mientras tipeo el nombre del tema).


Paul Mazurkiewicz es muy monótono con su batería, pero en menor medida en relación a los dos primeros discos, usa más el doble bombo y no está constantemente pegado al “redo” (Lease el sonido ta-ta-ta sin ser un “blast beat”). Respecto a Chris Barnes... suena más hecho mierda que antes, es un hilo de voz podrida ininteligible que hace que te concentres más en la música. Además del primer y glorioso track hay brutales descargas en “Split Wide Open”, “Necropedophile” (Con un bridge con riffs interesantes de los violeros Jack Owen y Bob Rusay), el resto de los tracks cumplen sin mayores variantes pero el resultado final es satisfactorio. La banda sin dejar su estilo logró plasmar un laburo limando cosas y ajustando su sonido. Una tumba llena de putrefacción, pero también de aciertos instrumentales que llevan al disco a no ser mutilado.

Calificación: 7.5/10

miércoles, 7 de noviembre de 2007

DEICIDE “Serpents Of The Light” (1997, Death Metal)


He aquí 31 minutos con diez tracks llenos de velocidad, satanismo y pasajes oscuros. En relación a su antecesor “Once Upon The Cross”, se advierte que el tandem de guitarras compuesto por Eric y Brian Hoffmann preponderan por sobre la base rítmica de Steve Asheim y Glen Benton.

De hecho, es un trabajo en donde abundan constantemente los violazos furiosos. Sin ir más lejos los tres primeros temas (Que no dan respiro alguno) son una seguidilla de guitarras bien graves y disonantes, destacándose “Blame It On God”. Como es su tradición van muy rápido – por algo siempre Asheim se destaca - pero hay cortes puestos con precisión, medios tiempos semiacelerados, sólos esquizoides y blasfemia para tirar hacia los cuatro costados.

Hay un tema que se destaca por sobre los demás: “Father Baker’s” cierra este CD con uno de los mejores riffs que Deicide haya compuesto en toda su historia (El que arranca el tema). Como de costumbre Scott Burns en la producción logra que cada instrumento suene nítido y potente, y las ejecuciones de los músicos son ajustadísimas. Dedican el disco a la memoria de Vinny Daze, baterista de Demolition Hammer fallecido el año anterior y allegado al grupo.

“Serpents Of The Light” no defraudará a quién le gusta el grupo, con el agregado de que las guitarras tienen más peso y no lo disimulan en absoluto. Otro viaje al infierno con serpientes de guía para la ocasión.

Calificación: 8/10

DEATH “Leprosy” (1988, Death Metal)


Este CD lo conseguí cuando Tower Records tenía una sucursal en Av. Santa Fé y Callao, allá por 1997 masomenos. Ya estaba bien al tanto de lo que hacía Chuck Schuldiner ya que en cassette había escuchado “Scream Bloody Gore” y “Spiritual Healing”). Este era un CD que me faltaba, no lo había escuchado en ningún tipo de formato (Salvo los temas del VHS de su show junto a Forbidden, Faith Or Fear, Dark Angel y Raven, en donde tocaron 4 de este disco). Más que nada era muy raro ver el CD en esa disquería. No dude un segundo, me estaba esperando a mí y me lo llevé.

“Leprosy” es a mi gusto el mejor disco de la banda luego de “Symbolic”. Tras un crudísimo debut (“Scream Bloody Gore”) lograron ocho temas redondos y macizos que no dan ganas de poner “stop” en ningún momento con el añadido de algo raro en el estilo: gancho, “hit” (Dan Swano definiría este disco como “Un hit tras otro”, y estoy muy de acuerdo con ese concepto).

Arrancan a toda potencia con el tema título y la avalancha no decae. Los temas se suceden haciéndose adictivos y no debería extrañar que el oyente luego de la primera audición se tiente de escucharlo por segunda vez. Me es muy dificil describir con precisión el factor “gancho” ya mencionado.... hay riffs sumamente sencillos, de pocas notas, que son tan eficaces y dan en el centro del blanco. La banda es bastante acelerada pero cuelan mid tempos en los mejores momentos, en donde realmente el tema los precisa. Un buen ejemplo es el de “Pull The Plug” (Himno de la banda). No obstante la dupla Schuldiner/Rick Rozz dispara riffs bien graves, disonantes y cada uno de ellos tiene un estilo de sólo muy diferenciado. Mientras Rozz abusa del palancazo y es más “sucio” que Schuldiner, Chuck puntea logrando momentos muy épicos a la hora de encararlos. El contraste da un resultado interesante.

Siguen los hits con “Open Casket” que hace temblar los cimientos de tu casa, y así “Leprosy” marcha como un tanque por la llanura arrasando todo lo que encuentra a su paso. Bill Andrews no posee gran despliegue pero le saca a su batería un sonido sólido que es el basamento para que los violeros (Pilares del disco) no den tregua con sus violazos mortales. La voz de Schuldiner es hiper grave y podrida, como el citó en numerosas entrevistas, se inspiró en Jeff Becerra (Possessed) pero con un resultado aún más brutal.

Los ocho temas no tienen desperdicio y merecen todos una mención. Irónicamente acá no hay mucha lepra: es uno de los puntos más altos de una agrupación fundamental en el estilo que disco tras disco siguió impactando y llevando su sonido un paso más allá, depurándolo sin sacrificar ferocidad y contundencia, dos términos fundamentales para el heavy metal en serio.

R.I.P. “Evil” Chuck, gracias por este inolvidable CD

Calificación: 9/10

martes, 6 de noviembre de 2007

LIZZY BORDEN “The Murderess Metal Road Show” (1985, Heavy Metal)


Estaba enterado de esta banda por una nota que salió en una vieja revista “Metal”. Imagen glamorosa, show teatralizado, un lider bien a lo Alice Cooper (Lizzy Borden), pero algo captó mi atención: en ese artículo decían que la música estaba muy cerca de Iron Maiden. Años después veo un aviso publicitario de este disco en una revista española donde lo promocionaban como “La alternativa USA a Iron Maiden”, pero me era imposible acceder aunque sea a una copia en cassette. En plena era del CD conseguí este disco en vivo, el cual fue mi inicio a Lizzy Borden.

Luego de un interesante álbum debut titulado “Love You To Pieces”, el grupo opta por sacar un disco en vivo en vez de un álbum en estudio que era la lógica. Y al escuchar “The Murderess Metal Road Show” uno entiende el por qué. La banda quería demostrar quienes eran en las tablas de entrada y sin preámbulos. Se trata de un show grabado en el famoso Country Club, un club de culto en las afueras de Los Angeles (Reseda), un lugar bastante chico (De no más de 500 personas). Y esa vibración “de lugar chico” se siente en todo el CD. A diferencia de otros registros en vivo grabados en arenas o estadios grandes no hay retoques significativos – la banda en el “booklet” aclara que es todo exactamente en vivo salvo algunos “overdubs” de guitarras por problemas en unos micrófonos – y Lizzy Borden (La banda) en vivo es una brasa al rojo vivo, muy agresivos y feroces musicalmente hablando.

La referencia a Iron Maiden es innegable por las constantes violas gemelas de Alex Nelson y Gene Allen (Pilares indiscutidos del quinteto), y la voz del mismo Lizzy que es una cruza chillona de Bruce Dickinson con algo de Halford. El setlist se focaliza en los temas del disco debut pero con la particularidad de que aquí son un volcán. El sonido es no muy pulido pero correcto lo cual le da una sensación de más “realismo” a la placa. Lizzy habla poco en vivo tal vez porque el show de ellos es muy visual con cosas a lo Alice Cooper (Decapitaciones, sangre, etc...), pero uno sucumbe ante las violas furiosas de “Red Rum” (TEMAZO), la batería aplastante en “American Metal”, más el cover del conocidísimo tema de Wings “Live And Let Die”, hecho mucho antes que el grabado por los Guns N’ Roses y con resultados mucho más metalicos. Asimismo se incluye casi al cerrar el show una desnucadora versión del tema título del EP debut “Give ‘Em The Axe”.

Este disco es lo que es por la banda que no para de largar un tema tras otro (Salvo algún corte de edición alcahuete, muchos de ellos están “empalmados” sin ningún retoque), y musicalmente definirlos como un Iron Maiden americanizado con algo de hard rock no es errado.

¿Por qué puedo ser objetivo con esta review?. Años después me compré el VHS del show y es todo exactamente igual de intenso. Fueron acortados algunos sólos de guitarra, calculo para que entre todo en un solo compact.

Si te vuelve loco Iron Maiden, no dejar pasar a Lizzy Borden (Las violas son impresionantes, lo repito) y este “Show asesino de metal en la carrretera” como punto de arranque. Advertencia: la banda larga sangre por todos lados y sus oídos arderán del placer.

Calificación: 9/10

domingo, 4 de noviembre de 2007

HEATHEN “Victims Of Deception” (1991, Thrash Metal)


Tras un muy interesante debut con excelentes resultados (“Breaking The Silence”), la banda se tomó unos años de pausa. De quinteto pasaron a cuarteto, cambiaron de sello y volvieron a la carga con este CD. No soy de los que putean cuando una banda en un disco se asemeja bastante a otra - o le saca mucho de su sonido - pero en ciertos casos si esa similitud raya a lo “calcado” ahí no me prendo. Esto me pasa con “Victims Of Deception”. Si Metallica no hubiera sacado “...And Justice For All” otra hubiera sido la historia. “Victims Of Deception” es demasiado parecido a este disco. Hasta la elección del título del primer tema (“Hypnotized”) recuerda en algo al primero de ese disco (“Blackened”). Lee Altus y los muchachos hasta suenan como Hetfield y Cía en el aspecto instrumental: riffs asperos y oscuros, batería un tanto aguda pero alevosamente copiada a la del susodicho disco, temas que superan los siete minutos. Sólo el vocalista David White-godfrey mantiene un timbre agudo que permite diferenciar a Heathen de un copy+paste de Metallica.

Igual es un buen disco, los temas son bien thrashers y machacosos, la viola de Lee Altus que escupe un riff tras otro y punteos interesantes. En base a esto la banda va enhebrando los temas. Un tema que riffea e invita al headbanging es “Heathen’s Song” (De 05:15 a 05:50, 06:08 a 06:30 está muy logradas las armonías complementando el ataque de las guitarras con un machaque certero) que varia de medios tiempos con guitarras gemelas/acústicas a secciones más aceleradas sin ser una oda a la velocidad, y ciertos momentos de “Opiate Of The Masses”. El punto más flojo de todo el disco es “Kill The King” el cover de Rainbow que es lánguido, anémico, tocado con muy pocos huevos. No sólo ya fue hecho por otras bandas con mejores resultados (Liege Lord por ejemplo), sino que no transmite ni el 5% de vibración que le imprimían Dio-Blackmore, dando una sensación de tema relleno más que de tributo. Y eso que en “Breaking The Silence” hicieron un gran cover de “Set Me Free” (The Sweet).

“Fear Of The Unknown” es un thrash con riffs trepidantes, trabados y una identidad mucho más lograda con los músicos afilados en la ejecución lo cual demuestra que compositivamente están para más. Lo mismo sucede con “Morbid Curiosity”. “Prisoners Of Fate” es una semi-balada que parece sacada de “Act III” (Death Angel, recuerda mucho a “Room With A View”). Altus y Doug Piercy le sacan lustre a sus violas en el instrumental “Guitarmony”, uno de los puntos más altos del disco, junto a “Mercy Is No Virtue” que está lleno de cortes y trabazones bien distribuidos por todo el tema.

Si “Victims Of Deception” hubiera tenido un sonido más identificable como el de su glorioso álbum debut, estaríamos ante otro disco inolvidable. Pero igual acá hay muchos riffs interesantes, machaques, y todo lo que un fan del thrash adora. Aunque sospecho que el título del disco en mi caso se hizo realidad.

Calificación: 7/10

jueves, 1 de noviembre de 2007

DEATH ANGEL “Act III” (1990, Thrash Metal)


Esta banda fue de las primeras que escuché en este estilo (incluso antes que Slayer). Mi inicio a Death Angel fue con un cassette grabado de vinilo de “Frolic Through The Park” (su segundo disco),
. Para entender un poco a “Act III” y sus circunstancias hay que hacer un breve repaso histórico de la banda. Cinco pendejos que con su primer álbum “The Ultra Violence” lograron hacerse un lugar dentro de la escena de la mano de un thrash bien primitivo en la línea del primer Metallica/Exodus (En donde su mayor problema era tocar en vivo por ser menores). Para “Frolic Through The Park” se vuelven más técnicos y empiezan a incorporar leves elementos de funk a la par de más coros melódicos con excelentes resultados y repercusión en las revistas del palo.

Para aquellos años una banda de thrash que prometía mucho eras fichada por un sello grande, ya que estaban todos a la pesca del “próximo Metallica”. Esto le ocurrió a Exodus, Flotsam And Jetsam, Meliah Rage, Annihilator y muchas más que al final terminaron despedidas porque no vendieron lo que estos sellos imaginaban. Death Angel firma contrato con Geffen Records (El sello que tenía a Guns N´ Roses), y les ponen uno de los mejores productores posibles para que les produzca este “tercer acto”: Max Norman.

“Act III” de entrada no me enganchó, casualmente la misma persona que me afanó el CD de “Frolic” unos años antes tuvo la amabilidad de hacerme una copia en cassette de este tercer disco. No sé si era el momento o qué, pero fue el típico álbum que pasó sin pena ni gloria luego de dos oídas. Vaya a saber por qué causa al año lo volví a escuchar y me enganché muchísimo al punto que es mi disco favorito de la banda.

En “Act III” la banda maduró muchísimo no sólo en las composiciones - más variadas siempre dentro de lo que es el thrash - sino en las ejecuciones. Todos los temas tienen gancho, energía y fluidez, pero con diferentes matices. El disco arranca a todo vapor con dos temas excelentes, la velocidad, trabazón y melodías de “Seeming Endless Time”, y la contundencia de los innumerables machaques que arremeten en “Stop”.

El ingrediente funk se hace muy palpable en la sección rítmica que conforman el baterista Andy Galeon y Dennis Pepa, lo cual le da un groove diferente a tracks como “Discontinued” o “Stagnant”, tema en donde la banda despliega con una contundencia envidiable los ingredientes musicales. El vocalista Mark Osegueda siempre le dió un sabor especial al thrash de Death Angel con su modalidad característica para encarar los temas y aquí canta mejor, explota lo más potable de su registro. Su pico de rendimiento llega en el excelente lento/semi acústico titulado “A Room With A View” (Usado para promover al grupo en cadenas como MTV), que no es el tipico hit “ganchero” sino que transmite una notable nostalgia y solemnidad.

El disco se cierra con “Disturbing The Peace”, poseedor de un coro de tribuna y ganchero, machaques incesantes de violas junto al tronar de la batería y bajo (De alto desempeño en este track), más el remate con “Falling Asleep” que tras una falsa intro de cajita musical desemboca en riffs furiosos, velocidad y vértigo amalgamadas con secciones más machacosas y lentas.

Desgraciadamente durante una gira sufren un accidente con su ómnibus en donde varios de ellos sufren heridas de importancia, y al poco tiempo Geffen Records les da las hurras.

Un tercer acto que es para morirse del gustazo y sentarse en la primera fila del teatro que se incluye como arte de tapa.

Calificación: 9/10