domingo, 25 de febrero de 2007

IMMOLATION "Dawn Of Possession" (1991, Death Metal)


Descubro a Immolation... y se transforma en mi banda favorita del estilo. No había forma de conseguir este CD, lo pegué en cassette importado allá por 1995 en Excalibur, hasta que en 1998 lo consigo milagrosamente en compact. Disco debut del cuarteto de Yonkers, en las afueras de Nueva York. Luego de hacerse un nombre en el under extremo (En sus inicios bajo el nombre de Rigor Mortis, no confundir con la homónima banda de thrash texana) con tres demos muy interesantes, hubo sellos que cortejaron a Immolation para ofrecerles un contrato de grabación. Earache fue el primero, la banda declinó la oferta porque “no se sentían listos”.

Se presenta Monte Conner (Capo de Roadrunner Records, sello que no era lo que es hoy), y luego de varios intentos, convence a Bob Vigna y sus muchachos. El comienzo pinta bien, a la banda se le ofrecen tres opciones de grabación:

1) Tampa (Morrisound Recordings, con Scott Burns)

2) Inglaterra (Con Colin Richardson)

3) Berlín (Musiclab Studios, con Harris Johns)


La banda opta por la 3), recordando a sus influencias de Kreator/Sodom/Voivod utilizando al mismo productor de paso, y con la intención de no caer en la 1) que era la más comoda para cualquier banda de death metal. La 2) pudo haber sido (Les agradó el laburo de Richardson en el segundo disco de Carcass) pero les gustaba demasiado lo de Alemania y les pareció el hombre adecuado para producir su disco. Viajan para Berlín para ponerse a disposición y grabar.

Para ser un primer disco, “Dawn Of Possession” es un muy buen laburo, tiene todo lo necesario para el estilo: temas oscurísimos, excelente producción, batería bien “gorda” y lo más importante... ni un tema de relleno. Se inicia el disco con “Into Everlasting Fire”, uno de los mejores tracks, lleno de violas disonantes y chillonas. El tempo va de medio a rápido en un abrir y cerrar de ojos y el tema es rematado con una sección muy intrincada lograda entre las violas y la batería (De 05:03 a 05:13). Le sigue “Despondent Souls” un viejo track de la banda. La versión es mucho más pulida y técnica que la grabada en los demos de tres años atrás. El baterista Craig Smilowski es muy completo, de buena pegada y versátil, le saca un sonido muy interesante a sus platillos.

Cada tema de “Dawn Of Possession” tiene lo suyo, como en el caso del tema título (Que se llamaba antiguamente “The Second Coming”) lleno de climas dooms/macabros, ni hablar del colosal “Those Left Behind” (Escuchar el riff inicial... es tremendo) que se empalma (Batería en fade mediante) con otro viejo clásico a toda velocidad y densidad (“Internal Decadence”).

Los violeros Bob Vigna y Thomas Wilkinson tiran un riff tras otro teniendo en mente sonar lo más oscuro, disonante y seco que se pueda. Ross Dolan cumple con su voz gutural (Aunque hay que admitir que con los años la mejoraría aún más). Su bajo, como suele ocurrir en este estilo de death metal, literalmente no se escucha.

“No Forgiveness (Without Bloodshed)” es otro track que juega con tempos acelerados para incrustar el freno en el momento menos esperado y dejarte desconcertado. Sobran la furia y las ganas de sonar bien oscuros. ¿Más temas viejos?. Aparece “Burial Ground”, del primer demo... obviamente muy superior a la versión original. El track rebalsa de cortes, solos esquizoides, y los riffs marca Vigna/Wilkinson con sus solos zumbadores. “After My Prayers” en pasajes coquetea con el doom, en especial por esas atmósferas creadas en esas secciones que la banda suele desplegar. El estribillo en inglés es tremendo...

La sangre estanca y fría...
Empieza a coagularse...
Mi cuerpo se debilita y se hunde...
Mientras mi alma se desintegra...
Resurrecto de las almas de los malditos...
Viene la furia de su consternación...

“Fall In Disease” es otro viejo tema (Y van... era “Infectious Blood” en los demos), tiene un riff tan negro como majestuoso (El de 00:07 a 00:30) y pasajes disonantes de violas muy bien puestos. La voz de Dolan te pone los pelos de tema con los efectos de delay que tiene en ciertos momentos. “Immolation” (Como el nombre de la banda... y otro track antiguo) cierra este gran CD. No hace falta dilucidar que “Dawn Of Possession” es un debut compuesto por temas viejos, tocados y producidos mucho mejor, y con la banda en un momento especial de su carrera. Desecharon opciones de grabar, eligieron el momento y se mandaron. Harris Johns sacó lo mejor de estos tipos con su producción y experiencia llevando el sonido de Immolation hacia una textura más áspera pero con cada instrumento perfectamente identificable (Excepto el bajo de Dolan).

Luego Roadrunner (Tal cual su tradición desde hace más de 20 años) les rescindiría el contrato por “falta de ventas”, pero años después Metal Blade los contrataría para grabar. Lo bueno se hace rogar... como este álbum debut que también tardo su tiempo.

Calificación: 8/10

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