domingo, 23 de diciembre de 2007

KISS "Kiss" (1974, Hard Rock)


Cuatro músicos norteamericanos se juntan para conformar una de las agrupaciones más espectaculares que arrojó la historia del rock.

A uno podrá o no agradarle Kiss, pero es innegable su influencia en toda una generación de músicos y fans. Añadieron una estética e imagen inusual para la época (En donde el glam neoyorkino imperaba), con diversas caracterizaciones en vivo y posteriormente escenarios imponentes.

"Kiss" (El álbum) está repleto de lo que serían clásicos de la banda ,y por sobretodo muestra a una banda en estado crudo y con hambre de gloria. Basta verificar estas cosas con el arranque vibrante de "Strutter" (Que se extiende a todo el tema), o el rock a flor de piel de "Nothin' To Lose" (Con Peter Criss haciendo coros). "Firehouse" es un tema pesado y enojado, coronado con sirenas de bombero en su desenlace (Momento que sería utilizado por Simmons en vivo para hacer su impactante show de lanzallamas).

El disco es us un himno tras otro: la vibración nata de "Cold Gin", las interpretaciones a diente apretado en "Let Me Know" y "Deuce" (El riff de este último es memorable), más entusiasmo y juventud con "100.000 years" (Vaya ironía para el título).

Cierra esta placa uno de los temas más clásicos de toda su historia, un esencial en la discografía de los máscaras: el excelente "Black Diamond" (En donde Criss asume las voces). Los músicos no son brillantes ni pretenden serlo: el conjunto se luce por sobre las individualidades, pero hay ciertas cosas a destacar: Ace Frehley es uno de los violeros más rockeros que he escuchado en mi vida y el baterista Peter Criss suena muy sólido en sus pegadas y despliegue en ejecución. Irónicamente (parte II), hago mención a ellos sin reparar en que se arruinarían la vida años después con excesos de alcohol y drogas. La dósis de melodía y gancho siempre la aporta Paul Stanley con su voz distintiva y capacidad nata de lograr estribillos pegadizos. Simmons es un vocalista enojado y un correcto bajista (Escuchar "Love Theme From Kiss"), pero es el Kiss en el cual la imagen resalta más siendo el interprete más discreto de los cuatro.

Con este debut, Kiss ya amenazaba en no ser meramente un beso.

Calificación: 8/10

domingo, 18 de noviembre de 2007

CANNIBAL CORPSE “Tomb Of The Mutilated” (1993, Death Metal)


Luego de haber comprado su controversial CD “Butchered At Birth”, para fines del ’93 conseguí la edición censurada de este disco. La cosa venía brava, ya en la placa anterior la tapa era fuerte para la época (Una suerte de carnicero esquelético carneando a una mamá dando a luz, con fetos colgados de fondo), y las letras seguían por el mismo andarivel. Si ven la tapa más arriba entenderán porque circuló más la versión censurada. Acá no solo se cruzó lo gore, sino que en todo el disco hay una saña con énfasis en el sexo y la violencia. En lo que a mi respecta siempre me tomé todo esto como lo que es: un chiste, concentrándome en lo que más importa: la música. “Tomb Of The Mutilated” marca cierta progresión en relación a su antecesor. Ya abrir con el mejor tema de su carrera (“Hammer Smashed Face”) hace la diferencia, con un riff y batería que no aflojan ni un instante. En el aspecto instrumental la producción es más nítida, los riffs más variados, y el bajo de Alex Webster es infinitamente más audible, como se puede apreciar en “Addicted To Vaginal Skin” (No puedo evitar reirme mientras tipeo el nombre del tema).


Paul Mazurkiewicz es muy monótono con su batería, pero en menor medida en relación a los dos primeros discos, usa más el doble bombo y no está constantemente pegado al “redo” (Lease el sonido ta-ta-ta sin ser un “blast beat”). Respecto a Chris Barnes... suena más hecho mierda que antes, es un hilo de voz podrida ininteligible que hace que te concentres más en la música. Además del primer y glorioso track hay brutales descargas en “Split Wide Open”, “Necropedophile” (Con un bridge con riffs interesantes de los violeros Jack Owen y Bob Rusay), el resto de los tracks cumplen sin mayores variantes pero el resultado final es satisfactorio. La banda sin dejar su estilo logró plasmar un laburo limando cosas y ajustando su sonido. Una tumba llena de putrefacción, pero también de aciertos instrumentales que llevan al disco a no ser mutilado.

Calificación: 7.5/10

miércoles, 7 de noviembre de 2007

DEICIDE “Serpents Of The Light” (1997, Death Metal)


He aquí 31 minutos con diez tracks llenos de velocidad, satanismo y pasajes oscuros. En relación a su antecesor “Once Upon The Cross”, se advierte que el tandem de guitarras compuesto por Eric y Brian Hoffmann preponderan por sobre la base rítmica de Steve Asheim y Glen Benton.

De hecho, es un trabajo en donde abundan constantemente los violazos furiosos. Sin ir más lejos los tres primeros temas (Que no dan respiro alguno) son una seguidilla de guitarras bien graves y disonantes, destacándose “Blame It On God”. Como es su tradición van muy rápido – por algo siempre Asheim se destaca - pero hay cortes puestos con precisión, medios tiempos semiacelerados, sólos esquizoides y blasfemia para tirar hacia los cuatro costados.

Hay un tema que se destaca por sobre los demás: “Father Baker’s” cierra este CD con uno de los mejores riffs que Deicide haya compuesto en toda su historia (El que arranca el tema). Como de costumbre Scott Burns en la producción logra que cada instrumento suene nítido y potente, y las ejecuciones de los músicos son ajustadísimas. Dedican el disco a la memoria de Vinny Daze, baterista de Demolition Hammer fallecido el año anterior y allegado al grupo.

“Serpents Of The Light” no defraudará a quién le gusta el grupo, con el agregado de que las guitarras tienen más peso y no lo disimulan en absoluto. Otro viaje al infierno con serpientes de guía para la ocasión.

Calificación: 8/10

DEATH “Leprosy” (1988, Death Metal)


Este CD lo conseguí cuando Tower Records tenía una sucursal en Av. Santa Fé y Callao, allá por 1997 masomenos. Ya estaba bien al tanto de lo que hacía Chuck Schuldiner ya que en cassette había escuchado “Scream Bloody Gore” y “Spiritual Healing”). Este era un CD que me faltaba, no lo había escuchado en ningún tipo de formato (Salvo los temas del VHS de su show junto a Forbidden, Faith Or Fear, Dark Angel y Raven, en donde tocaron 4 de este disco). Más que nada era muy raro ver el CD en esa disquería. No dude un segundo, me estaba esperando a mí y me lo llevé.

“Leprosy” es a mi gusto el mejor disco de la banda luego de “Symbolic”. Tras un crudísimo debut (“Scream Bloody Gore”) lograron ocho temas redondos y macizos que no dan ganas de poner “stop” en ningún momento con el añadido de algo raro en el estilo: gancho, “hit” (Dan Swano definiría este disco como “Un hit tras otro”, y estoy muy de acuerdo con ese concepto).

Arrancan a toda potencia con el tema título y la avalancha no decae. Los temas se suceden haciéndose adictivos y no debería extrañar que el oyente luego de la primera audición se tiente de escucharlo por segunda vez. Me es muy dificil describir con precisión el factor “gancho” ya mencionado.... hay riffs sumamente sencillos, de pocas notas, que son tan eficaces y dan en el centro del blanco. La banda es bastante acelerada pero cuelan mid tempos en los mejores momentos, en donde realmente el tema los precisa. Un buen ejemplo es el de “Pull The Plug” (Himno de la banda). No obstante la dupla Schuldiner/Rick Rozz dispara riffs bien graves, disonantes y cada uno de ellos tiene un estilo de sólo muy diferenciado. Mientras Rozz abusa del palancazo y es más “sucio” que Schuldiner, Chuck puntea logrando momentos muy épicos a la hora de encararlos. El contraste da un resultado interesante.

Siguen los hits con “Open Casket” que hace temblar los cimientos de tu casa, y así “Leprosy” marcha como un tanque por la llanura arrasando todo lo que encuentra a su paso. Bill Andrews no posee gran despliegue pero le saca a su batería un sonido sólido que es el basamento para que los violeros (Pilares del disco) no den tregua con sus violazos mortales. La voz de Schuldiner es hiper grave y podrida, como el citó en numerosas entrevistas, se inspiró en Jeff Becerra (Possessed) pero con un resultado aún más brutal.

Los ocho temas no tienen desperdicio y merecen todos una mención. Irónicamente acá no hay mucha lepra: es uno de los puntos más altos de una agrupación fundamental en el estilo que disco tras disco siguió impactando y llevando su sonido un paso más allá, depurándolo sin sacrificar ferocidad y contundencia, dos términos fundamentales para el heavy metal en serio.

R.I.P. “Evil” Chuck, gracias por este inolvidable CD

Calificación: 9/10

martes, 6 de noviembre de 2007

LIZZY BORDEN “The Murderess Metal Road Show” (1985, Heavy Metal)


Estaba enterado de esta banda por una nota que salió en una vieja revista “Metal”. Imagen glamorosa, show teatralizado, un lider bien a lo Alice Cooper (Lizzy Borden), pero algo captó mi atención: en ese artículo decían que la música estaba muy cerca de Iron Maiden. Años después veo un aviso publicitario de este disco en una revista española donde lo promocionaban como “La alternativa USA a Iron Maiden”, pero me era imposible acceder aunque sea a una copia en cassette. En plena era del CD conseguí este disco en vivo, el cual fue mi inicio a Lizzy Borden.

Luego de un interesante álbum debut titulado “Love You To Pieces”, el grupo opta por sacar un disco en vivo en vez de un álbum en estudio que era la lógica. Y al escuchar “The Murderess Metal Road Show” uno entiende el por qué. La banda quería demostrar quienes eran en las tablas de entrada y sin preámbulos. Se trata de un show grabado en el famoso Country Club, un club de culto en las afueras de Los Angeles (Reseda), un lugar bastante chico (De no más de 500 personas). Y esa vibración “de lugar chico” se siente en todo el CD. A diferencia de otros registros en vivo grabados en arenas o estadios grandes no hay retoques significativos – la banda en el “booklet” aclara que es todo exactamente en vivo salvo algunos “overdubs” de guitarras por problemas en unos micrófonos – y Lizzy Borden (La banda) en vivo es una brasa al rojo vivo, muy agresivos y feroces musicalmente hablando.

La referencia a Iron Maiden es innegable por las constantes violas gemelas de Alex Nelson y Gene Allen (Pilares indiscutidos del quinteto), y la voz del mismo Lizzy que es una cruza chillona de Bruce Dickinson con algo de Halford. El setlist se focaliza en los temas del disco debut pero con la particularidad de que aquí son un volcán. El sonido es no muy pulido pero correcto lo cual le da una sensación de más “realismo” a la placa. Lizzy habla poco en vivo tal vez porque el show de ellos es muy visual con cosas a lo Alice Cooper (Decapitaciones, sangre, etc...), pero uno sucumbe ante las violas furiosas de “Red Rum” (TEMAZO), la batería aplastante en “American Metal”, más el cover del conocidísimo tema de Wings “Live And Let Die”, hecho mucho antes que el grabado por los Guns N’ Roses y con resultados mucho más metalicos. Asimismo se incluye casi al cerrar el show una desnucadora versión del tema título del EP debut “Give ‘Em The Axe”.

Este disco es lo que es por la banda que no para de largar un tema tras otro (Salvo algún corte de edición alcahuete, muchos de ellos están “empalmados” sin ningún retoque), y musicalmente definirlos como un Iron Maiden americanizado con algo de hard rock no es errado.

¿Por qué puedo ser objetivo con esta review?. Años después me compré el VHS del show y es todo exactamente igual de intenso. Fueron acortados algunos sólos de guitarra, calculo para que entre todo en un solo compact.

Si te vuelve loco Iron Maiden, no dejar pasar a Lizzy Borden (Las violas son impresionantes, lo repito) y este “Show asesino de metal en la carrretera” como punto de arranque. Advertencia: la banda larga sangre por todos lados y sus oídos arderán del placer.

Calificación: 9/10

domingo, 4 de noviembre de 2007

HEATHEN “Victims Of Deception” (1991, Thrash Metal)


Tras un muy interesante debut con excelentes resultados (“Breaking The Silence”), la banda se tomó unos años de pausa. De quinteto pasaron a cuarteto, cambiaron de sello y volvieron a la carga con este CD. No soy de los que putean cuando una banda en un disco se asemeja bastante a otra - o le saca mucho de su sonido - pero en ciertos casos si esa similitud raya a lo “calcado” ahí no me prendo. Esto me pasa con “Victims Of Deception”. Si Metallica no hubiera sacado “...And Justice For All” otra hubiera sido la historia. “Victims Of Deception” es demasiado parecido a este disco. Hasta la elección del título del primer tema (“Hypnotized”) recuerda en algo al primero de ese disco (“Blackened”). Lee Altus y los muchachos hasta suenan como Hetfield y Cía en el aspecto instrumental: riffs asperos y oscuros, batería un tanto aguda pero alevosamente copiada a la del susodicho disco, temas que superan los siete minutos. Sólo el vocalista David White-godfrey mantiene un timbre agudo que permite diferenciar a Heathen de un copy+paste de Metallica.

Igual es un buen disco, los temas son bien thrashers y machacosos, la viola de Lee Altus que escupe un riff tras otro y punteos interesantes. En base a esto la banda va enhebrando los temas. Un tema que riffea e invita al headbanging es “Heathen’s Song” (De 05:15 a 05:50, 06:08 a 06:30 está muy logradas las armonías complementando el ataque de las guitarras con un machaque certero) que varia de medios tiempos con guitarras gemelas/acústicas a secciones más aceleradas sin ser una oda a la velocidad, y ciertos momentos de “Opiate Of The Masses”. El punto más flojo de todo el disco es “Kill The King” el cover de Rainbow que es lánguido, anémico, tocado con muy pocos huevos. No sólo ya fue hecho por otras bandas con mejores resultados (Liege Lord por ejemplo), sino que no transmite ni el 5% de vibración que le imprimían Dio-Blackmore, dando una sensación de tema relleno más que de tributo. Y eso que en “Breaking The Silence” hicieron un gran cover de “Set Me Free” (The Sweet).

“Fear Of The Unknown” es un thrash con riffs trepidantes, trabados y una identidad mucho más lograda con los músicos afilados en la ejecución lo cual demuestra que compositivamente están para más. Lo mismo sucede con “Morbid Curiosity”. “Prisoners Of Fate” es una semi-balada que parece sacada de “Act III” (Death Angel, recuerda mucho a “Room With A View”). Altus y Doug Piercy le sacan lustre a sus violas en el instrumental “Guitarmony”, uno de los puntos más altos del disco, junto a “Mercy Is No Virtue” que está lleno de cortes y trabazones bien distribuidos por todo el tema.

Si “Victims Of Deception” hubiera tenido un sonido más identificable como el de su glorioso álbum debut, estaríamos ante otro disco inolvidable. Pero igual acá hay muchos riffs interesantes, machaques, y todo lo que un fan del thrash adora. Aunque sospecho que el título del disco en mi caso se hizo realidad.

Calificación: 7/10

jueves, 1 de noviembre de 2007

DEATH ANGEL “Act III” (1990, Thrash Metal)


Esta banda fue de las primeras que escuché en este estilo (incluso antes que Slayer). Mi inicio a Death Angel fue con un cassette grabado de vinilo de “Frolic Through The Park” (su segundo disco),
. Para entender un poco a “Act III” y sus circunstancias hay que hacer un breve repaso histórico de la banda. Cinco pendejos que con su primer álbum “The Ultra Violence” lograron hacerse un lugar dentro de la escena de la mano de un thrash bien primitivo en la línea del primer Metallica/Exodus (En donde su mayor problema era tocar en vivo por ser menores). Para “Frolic Through The Park” se vuelven más técnicos y empiezan a incorporar leves elementos de funk a la par de más coros melódicos con excelentes resultados y repercusión en las revistas del palo.

Para aquellos años una banda de thrash que prometía mucho eras fichada por un sello grande, ya que estaban todos a la pesca del “próximo Metallica”. Esto le ocurrió a Exodus, Flotsam And Jetsam, Meliah Rage, Annihilator y muchas más que al final terminaron despedidas porque no vendieron lo que estos sellos imaginaban. Death Angel firma contrato con Geffen Records (El sello que tenía a Guns N´ Roses), y les ponen uno de los mejores productores posibles para que les produzca este “tercer acto”: Max Norman.

“Act III” de entrada no me enganchó, casualmente la misma persona que me afanó el CD de “Frolic” unos años antes tuvo la amabilidad de hacerme una copia en cassette de este tercer disco. No sé si era el momento o qué, pero fue el típico álbum que pasó sin pena ni gloria luego de dos oídas. Vaya a saber por qué causa al año lo volví a escuchar y me enganché muchísimo al punto que es mi disco favorito de la banda.

En “Act III” la banda maduró muchísimo no sólo en las composiciones - más variadas siempre dentro de lo que es el thrash - sino en las ejecuciones. Todos los temas tienen gancho, energía y fluidez, pero con diferentes matices. El disco arranca a todo vapor con dos temas excelentes, la velocidad, trabazón y melodías de “Seeming Endless Time”, y la contundencia de los innumerables machaques que arremeten en “Stop”.

El ingrediente funk se hace muy palpable en la sección rítmica que conforman el baterista Andy Galeon y Dennis Pepa, lo cual le da un groove diferente a tracks como “Discontinued” o “Stagnant”, tema en donde la banda despliega con una contundencia envidiable los ingredientes musicales. El vocalista Mark Osegueda siempre le dió un sabor especial al thrash de Death Angel con su modalidad característica para encarar los temas y aquí canta mejor, explota lo más potable de su registro. Su pico de rendimiento llega en el excelente lento/semi acústico titulado “A Room With A View” (Usado para promover al grupo en cadenas como MTV), que no es el tipico hit “ganchero” sino que transmite una notable nostalgia y solemnidad.

El disco se cierra con “Disturbing The Peace”, poseedor de un coro de tribuna y ganchero, machaques incesantes de violas junto al tronar de la batería y bajo (De alto desempeño en este track), más el remate con “Falling Asleep” que tras una falsa intro de cajita musical desemboca en riffs furiosos, velocidad y vértigo amalgamadas con secciones más machacosas y lentas.

Desgraciadamente durante una gira sufren un accidente con su ómnibus en donde varios de ellos sufren heridas de importancia, y al poco tiempo Geffen Records les da las hurras.

Un tercer acto que es para morirse del gustazo y sentarse en la primera fila del teatro que se incluye como arte de tapa.

Calificación: 9/10

jueves, 18 de octubre de 2007

AC/DC “Flick Of the Switch” (1983, Hard Rock)


Pese a su tapa blanca dibujada casi timidamente, para muchos fans este disco es una “mancha negra” en la dilatado discografía de los australianos. Casi el contrapunto de “Back In Black” y no sólo por los colores de ambas portadas. En mi caso lo descubrí muy tarde, gracias a una oferta de digipacks que habían quedado de los noventas luego del desastre económico que sufrió nuestro país en Diciembre del 2001. Gracias a un amigo que me lo recomendó insistentemente, lo compré a un precio irrisorio. AC/DC tiene una forma de sonar simple y contundente que no requiere de muchos malabares literarios para describirla. Rock and roll muy eléctrico, voz chillona y al mando, riffs machacantes, y ritmos que hacen marcar el rítmo hasta a tus parientes que no escuchan rock y suelen putear a tu banda favorita.

En “Flick Of the Switch”, la banda venía en declive luego de haber conquistado al mundo con “Back In Black” y haber lanzado un disco correcto que no terminó de convencer (“For Those About To Rock”). A todo esto, durante la grabación del disco se le sumó la partida de un miembro importante en el sonido de la banda: Phil Rudd. “Flick Of the Switch” tiene temas más solemnes y menos gancheros, pero con una potencia y rockeo que no decae en ninguno de los diez que lo componen. A esta altura nadie discute que Malcolm Young es el verdadero cerebro tras AC/DC con su arsenal de riffs rítmicos, y Angus la carta de presentación identificable de la banda con sus sólos electrizantes más su despliegue en vivo.


Hay mucha excitación y energía en “This House Is On Fire”, “Brain Shake” y “Bedlam In Belgium”, vibración e intensidad en “Guns For Hire” y “Rising Power” y una catarata de riffs neuróticos en “Landslide”. El tempo controlado y acompasado dice presente en “Nervous Shakedown” (lleno de un aura solemne) para reaparecer en “Deep In The Hole”. Me arriesgo a decir que este fue el ultimo disco de muy buen nivel de AC/DC, con un Brian Johnson potente y chillón, y la banda sonando realmente intensa, rockera y vibrante. El nivel de temas y potencia es tan admirable que “Flick Of The Switch” se acerca a “Back In Black”, pero sin tantos temas con gancho. Luego de esta placa, vendrían discos menos memorables y en “piloto automático”. A diferencia de lo que muchos críticos dijeron de este álbum, no veo ni un solo tema relleno y sí rock de “alto voltaje” con una “vuelta de tuerca” que no da tregua.

Calificación: 9/10

JUDAS PRIEST "British Steel" (1980, Heavy Metal)


Este disco me lo pasó un ex compañero de laburo grabado de vinilo a cassette, allá por el ´94 y al año lo compré original en un Tower Records. Yo venía de escuchar discos como “Ram It Down” y más tarde “Painkiller”, por el fervor provocado por este último empecé a investigar los discos más emblemáticos del pasado del quinteto de Birmingham. “British Steel” sale en un año donde al Heavy Metal/Hard Rock le salía todo redondo: Bandas como Black Sabbath, Mötorhead y AC/DC lanzarían placas fundamentales y a la vez aparecería en escena una agrupación fundamental en la historia del estilo como lo es Iron Maiden con su homónimo álbum debut. Tal vez contagiados por toda esta vorágine de excelentes ediciones y en ascenso lento pero sostenido.

“British Steel” es un disco asimilable a primera oída que pide por más, con un un hit tras otro. “Living After Midnight” es el que mejor ejemplifica estas cualidades: estribillo memorable, base aplastante, violas riffeando efectivamente, y Halford sacandole brillo a su voz. Son nueve temas muy contundentes que sacuden por su pesadez y estructuras sencillas pero tremendamente efectivas, con el transcurrir de los años buena parte de ellos serían clásicos innegables. “Grinder” con su riff básico y estribillo tremendamente adictivo impacta al oyente sin más trámites. Lo mismo ocurre con “Breaking The Law”. Todo sin rebusques, sonando macizos y monolíticos, bien simples sin ser tampoco minimalistas.

Tal vez sea el primer disco de Judas en donde el estilo se emparenta más con el Heavy Metal y no tanto con el Hard Rock, el sonido ya es de una banda “grande”. “Rapid Fire” es velocidad y punteos de la dupla K.K. Downing/Glenn Tipton, lo cual repiten con menor impacto en “Steeler”. “United” conmueve gracias a una impecable performance vocal de Rob Halford, con un estribillo y rítmo que se graban de inmediato sostenido por la dupla rítmica Hill/Holland. Hay momentos más volcados al hard rock pero en donde no merma la energía y vibración como ocurre en “Don’t Have To Be Old To Be Wise” y “The Rage”, en donde los violeros son clave para lograr ese clima rockero pero a la vez dotado de adrenalina, con Halford disparando sus clásicos “falsetes”.

Un disco que puedo poner todo el tiempo y no me canso de escucharlo. “British Steel” es acero británico que empezaría a desparramarse y a causar secuelas por todo el mundo, influyendo a centenares de grupos que en los ochentas y noventas terminarían de definir el género. Cuando uno menciona el término “Heavy Metal”, Judas Priest es un referente indiscutido.

Calificación: 10/10

sábado, 13 de octubre de 2007

DEMOLITION HAMMER “Epidemic Of Violence” (1992, Thrash Metal)


Demolition Hammer fue una agrupación norteamericana de thrash metal que en sus comienzos lanzó unos demos que captaron la atención del under, no tardaría en llegar una oferta para grabar su primer álbum. Recuerdo cuando compré el CD “Tortured Existence”, no me pareció gran cosa, al punto que lo terminé canjeando.

Para “Epidemic Of Violence” es todo al revés. El cuarteto suena hiperagresivo tras un murallón de riffs asesinos que arremeten por todos lados. Para tomar un punto de referencia, no se encuentran muy lejos de Kreator (Por la voz del bajista Steve Reynolds) o Dark Angel. Pocas veces escuché riffs tan demoledores y asesinos como en este CD, en “Human Dissection” y “Pyroclastic Annihilation” van desde el machaque controlado por medios tiempos a la velocidad con riffs que se clavan como dagas.

No sólo las guitarras escupen furia, en todos los temas hay coros gritados ya que los cuatro músicos participan en los mismos (En el booklet figuran cada uno con su instrumento y la aclaracion “Coros de revuelta”). La intro de “Carnivorous Obsession” recuerda a la de un tema de “Darkness Descends”, el resto es thrash rapidísimo pero con cortes de machaques que hacen desear el regreso de los rítmos frenéticos.

El resto de los temas sigue estos lineamientos… bases rapidísimas, Reynolds vociferando furiosamente, y riffs aplastantes de James Reilly y Derek Sykes (En el tema título y “Omnivore” te liman el cerebro), estos últimos responsables de que esta “epidemia de violencia” sea un disco imprescindible para el que esté buscando thrash a los palos y sin más vueltas.

Calificación: 8/10

miércoles, 10 de octubre de 2007

CANNIBAL CORPSE “Worm Infested” (EP, 2002, Death Metal)




Un ítem limitado que compré recientemente en Ebay. “Worm Infested” no es un EP convencional: en él se incluyen dos temas nuevos, uno viejo re-grabado, y tres covers de bandas muy diferentes entre sí. Nada de material de relleno para que los fans o coleccionistas completen la discografía como suele pasar en este tipo de lanzamientos. El resultado es un CD brutal, demoledor y con interesantes logros. Los dos nuevos temas se enrolan dentro de la línea musical habitual de Cannibal Corpse. “Systematic Elimination” debe ser de los mejores tracks que estos tipos hayan grabado en toda su historia, con una notable velocidad y violencia en toda su duración. “Worm Infested” está un peldaño más debajo, pero impacta con sus ejecuciones brutales. Ambos tracks recuerdan al sonido del CD “Vile”, bien gordo con cortes de rítmo y mucho machaque de batería por parte de Paul Mazurkiewicz.


La regrabación de “The Undead Will Feast” (Incluída en el debut “Eaten Back To Life”) es correcta y sin mayores agregados. Como ocurre en estos casos la versión suena mucho más contundente que la original simplemente por una cuestión de evolución y paso del tiempo. Las palmas para “Worm Infested” se la llevan los tres covers de Accept, Possessed y Metallica respectivamente. ¿Por qué?. La banda supo interpretarlos sin perder su sonido propio ni dejar escapar la “cadencia” de cada tema original. “Demon’s Night” (Accept) suena a Death Metal con estribillos metaleros, “Confessions” (Cantada por el guitarrista Jack Owen, toda una sorpresa tras el micrófono) recrea magistralmente los riffs asesinos de Larry Lalonde y Mike Torrao (El tema es del EP “The Eyes Of Horror”). Con “No Remorse” tiran la casa por la ventana, recrean excelentemente el clima adolescente y primal del tema incorporándole la brutalidad característica que poseen las composiciones y ejecuciones de Alex Webster y cía.

Mucha gente sostiene que Cannibal Corpse “repite” el mismo disco entrega tras entrega. Yo digo que tienen una forma de sonar muy definida y cambiarla alteraría la fórmula. Innovar a veces no sirve ya que se pierde el impacto en lo que a fuerza concierne. Mientras tanto, en este “Worm Infested” abundan tanto los gusanos como las sorpresas. Salvo el arte de tapa que como siempre tiene la estética que uno espera por parte de este quinteto de caníbales.

Calificación: 8/10

viernes, 5 de octubre de 2007

SLAYER "Show No Mercy" (1983, Thrash Metal)




Luego de haber sido masacrado por “Reign In Blood” y mientras me encontraba cursando el primer año de la facultad (1990), un compañero que escuchaba metal me pasó un cassette con este disco. Siempre fue un álbum que me gustó y que imaginaba mucho más brutal antes de escucharlo. En “Show No Mercy” está todo el génesis del sonido Slayer, que comprende desde el punk, Venom, Mercyful Fate y la NWOBHM (New Wave Of British Heavy Metal), estilo que se hace escuchar en tracks como “Tormentor”, “Crionics” (Escuchar de 01:52 a 03:26, parece sección del primer disco de Iron Maiden), y en el sólo de “The Antichrist”. Hay mucha velocidad y los infaltables sólos disonantes marca registrada de la banda. La furia más primitiva queda reflejada en “Evil Has No Boundaries”, “Metal Storm/Face The Slayer”, “Black Magic”, temas en donde la banda suena veloz y volcánica. Hay riffs que son una piña al mentón como los de “Die By The Sword” o “Fight Till Death”. O el arranque a lo Motörhead para desatar un vendaval con el tema título. Tom Araya usa mucho el cambio de voz gritada a aguda en todos los temas, y Dave Lombardo ya prometía todo lo que iba a plasmar en los discos siguientes. Kerry King y Jeff Hannemann ya empiezan a atacar con sólos y riffs muy disonantes, con ese sonido tan distintivo de la banda pero en un estado embrionario. Un disco lleno de clásicos que la banda hoy en día sigue tocando en vivo. Un comienzo de una banda que marcaría la historia del metal más extremo “sin piedad”.

Calificación: 8/10

KISS "Destroyer" (1976, Hard Rock)


Este fue el tercer cassette que tuve del cuarteto neoyorkino. Me lo regalaron mis padres al volver de unas vacaciones allá por el año 1981. Tenía 9 años y estaba fascinado con todo lo que hacía la banda no sólo por su imagen (Muy fuerte para la época y con cierta mística en cada integrante), sino por la estridencia de su música. Ya comenté muchas veces que Kiss significa mucho para mí ya que ellos fueron mi inicio al rock y al metal. Tras tres discos en estudio llenos de rock crudo y fuerte, más un disco en vivo inolvidable que los consolida, la banda redobla la apuesta con “Destroyer”, sin dudas uno de los mejores discos de la banda y el más representativo en estudio de su etapa más prolífica musicalmente (Los setentas).

Se percibe un gran salto en calidad no sólo a nivel sonido, sino en sus composiciones. El productor Bob Ezrin es en buena parte responsable de los muy interesantes momentos que tiene este trabajo gracias a su aporte y trabajo en las varias orquestaciones que se escuchan en él. El sonido es más potente y sólido que nunca. El disco arranca con mi tema favorito de la banda en toda su historia, un verdadero himno del rock con esos riffs de arranque y la intro “a bordo del auto y a toda velocidad”: el inmenso “Detroit Rock City”, con ese bridge en donde Paul Stanley y Ace Frehley puntean ferozmente que recuerda en algo a un jazz. Llega un tema más “fiestero” como lo es “King Of The Night Time World”, con un gran estribillo y coro.

Gene Simmons dice presente con su personaje de murciélago con un track lento, enojado, monolítico, pesado, lleno de efectos infernales llamado “God Of Thunder” que vaya a saber a cuantas bandas de metal extremo habrá influido (Death llegó a hacer un cover de él). “Great Expectations” es encarado nuevamente por Simmons pero el enfoque es netamente orquestal y emotivo, con unos coros que estallan como fuegos artificiales bajo melodías pomposas, y tal vez sea un antecedente de lo que más tarde sería la orientación musical que adoptaran en el disco conceptual “(Music From) The Elder”.

Los tres temas que siguen son puro rock and roll arrollador: el ardor y groove atorrante presente en “Flaming Youth”, la potencia y coros femeninos de “Sweet Pain”, y las violas gemelas que Paul/Ace meten junto al bajo de Gene con otro de en ese himno llamado “Shout It Out Loud”, en donde hay otro gran coro (y van), con Stanley y Simmons dividiéndose las voces, el resultado es un track que rockea tremendamente. “Beth” es un lento correcto y breve en su duración cantado por Peter Criss, en donde convergen pianos, violines y orquestaciones certeras.

Se cierra la placa de la mano de otro rock vibrante y adictivo en su coro (¿Clave de los temas de Kiss? Creo que sí), “Do you Love Me?” tiene a un Paul Stanley que vocalmente suena tanto aguerrido como melódico (Escuchar la intro junto a la atronadora batería de Peter), con ese estilo vocal tan personal que posee y lo convierte en un cantante perfectamente identificable.

Kiss con este disco llegó a uno de sus puntos más altos en su historia, y ratificaba su inmensa popularidad en los Estados Unidos. No sólo era la imagen, las botas, y el logo luminoso de la banda en vivo, la música tenía lo suyo aunque sus detractores insistan con lo contrario.

Es así, esta banda es amada u odiada. El termino medio casi no existe.

“Destroyer” hizo historia de la mano de una banda que venía en ascenso vertiginoso. El grupo logró gracias a este disco un grado de madurez musical y profesionalismo compositivo que lo elevó al rango de banda de primera línea, consolidándose como tal para el futuro.

Calificación: 9/10

PD: Dedico esta review a mi amigo Fernando Boido, con quién tambien hacemos "Esenciales Del Rock", gran fan de Kiss y un gran entendido del rock en general a quién consulté frecuentemente vía mail para ver como iban quedando lo que ahora es este post, y supo agregar conceptos muy valiosas que se me estaban pasando por alto. Con él los vimos en ese inolvidable Obras, el día Lunes 5 de Septiembre de 1994. Inolvidable para los que lo presenciamos....

viernes, 28 de septiembre de 2007

TWISTED SISTER “Come Out And Play” (1985, Hard Rock)


Esta review tiene un gran componente emotivo. En Febrero de 1986 tuve la suerte de viajar con mis padres a Nueva York y a Europa (Inglaterra, Francia e Italia específicamente). Yo ya era un gran fan de Twisted Sister porque me había comprado “Stay Hungry” en cassete nacional el año anterior. Iba a cumplir 14 años de edad en pocos días.

Hete aquí que en un supermercado de Londres, a cinco cuadras de “Trafalgar Square” me encuentro con un cassete de Twisted Sister que decía “Come Out And Play”, me volví loco de remate. ¡Nuevo disco!. Sacando el enorme cariño que le tengo a Twisted Sister y a este disco en particular, y poniendome a escribir esto 20 años después de escucharlo por primera vez, sostengo lo mismo que cuando era pendejo: Este es el mejor disco de los tipos junto a “Under The Blade”. La prensa en aquella época lo mató con malas críticas de todo calibre, entre ellas que los temas eran flojos y más comerciales. Para caldear más el panorama fue un fracaso comercial en el mercado. Extramusicalmente criticaron el "cambio de imagen" de la banda (Más sofisticación y menos primitivismo).

“Come Out And Play” vendió “sólo” 500.000 discos en USA (Certificación de Oro) contra 2.500.000 de “Stay Hungry” (Certificación de Doble Platino). En Europa le fue muy bien, pero sabemos que en el viejo continente se concentran más en la música que en las modas, como debería ser y nunca fué en el otro lado del Atlántico. El disco se abre con el tema título, un hard rock que luego de una intro se acelera bastante, con la banda sonando como nunca antes, un chispazo fulminante. La producción de Dieter Dierks es excelente, dotando a la banda de un sonido más moderno pero en absoluto comercial. “Leader Of The Pack” es un cover de , fue el single y video de promoción del disco. La versión es simpática y nada más. Es el tema más flojo de todo el disco y menos se entendió el porque de su elección como tema de difusión. ¿Tanto costaba promocionar uno propio?.

Le preceden una seguidilla de hard rocks inolvidables: el gancho total de “You Want What We Got”, la potencia y dientes apretados en “I Believe In Rock And Roll” y la densidad y pesadez de “The Fire Still Burns” uno de los mejores temas del disco. Dee Snider canta excelentemente en todo el álbum, con ese timbre vocal tan propio que posee. El tándem de violas cumple, es correcto y nada más (Jay Jay French & Eddie Ojeda), y como siempre A. J. Pero es el músico que más se destaca, su performance tiene mucho de swing, polenta, despliegue con los palillos.

“Be Chrool To Your Scuel” es un tema raro por donde uno lo mire. En primera instancia debió ser puesto con ese estúpido título a causa del P.M.R.C. (El centro de censura de aquella época que intervenía en álbumes con letras supuestamente indecentes, encabezado por Tipper Gore), siendo su verdadero nombre “Be Cruel To Your School” (Se cruel con tu escuela). Este tema es un rock lleno de músicos invitados, junto a Dee canta el resurgido Alice Cooper, toca el piano Billy Joel, Brian Setzer tocó unos solos de viola, hay secciones de viento de Clarence Clemons, dando como resultado un tema muy energético y rockero. Se grabó un video, que terminó siendo sacado del aire por M.T.V., supuestamente por ser "muy fuerte" (Prendan la TV a cualquier hora y verán cien cosas más violentas que este video).

“I Believe In You” cuenta con otro conocido haciendo coros: Don Dokken (Amigo personal de Dee Snider). Se trata de una semi balada con una letra muy interesante en donde se insta a tener una actitud valiente frente a las adversidades de la vida. Y vuelve una seguidilla de temas potentes, convincentes, con gancho de la mano de “Out In The Streets” y “Looking Out For Number One” ambas con muy buenos coros. “Kill Or Be Killed” es un tema bastante rápido, furioso, Snider canta muy agresivamente y la banda pareciera estar tocando Heavy Metal en vez de Hard Rock. Uno de mis tracks preferidos del disco.

La cosa se cierra con un tema largo, lento y denso: “King Of The Fools”, recuerda mucho a algo del Black Sabbath de “Born Again”, o de ciertos temas del disco solista de Iommi “Seventh Star” por los teclados atmosféricos que se incluyeron en él. No puedo ser muy objetivo, este disco me encantó, a mucha gente ni fu ni fá.

Decidan ustedes.

Calificación: 9/10

miércoles, 26 de septiembre de 2007

DISINCARNATE “Dreams Of The Carrion Kind” (1994, Death Metal)

Luego de sus renombradas intervenciones como guitarrista junto a Death, Obituary y Cancer, en donde gracias a sus ejecuciones las bandas mencionadas tuvieron un toque distintivo, James Murphy no sólo se conformó con gozar de su reputación como intérprete sino que por primera vez formó su propio grupo. A inicios de 1992 empezó a buscar músicos, y así aparecieron el vocalista Bryan Cegon y el guitarrista Jason Carman (De la banda Infernus)

Roadrunner le ofrece contrato de grabación, pero pese a no contar con bajista (Murphy se encargaría del mismo en estudio), vuelan a Gales y bajo la producción de Colin Richardson (Carcass, Napalm Death, Fear Factory entre otros), se graba este disco, el cual tuvo excelentes críticas en revistas como “Metal Maniacs”. “Dreams Of The Carrion Kind” tiene la impronta de James Murphy, pero se advierten en casi todos los temas influencias de los grupos en donde tocó las seis cuerdas, con una salvedad: la constante presencia de un sentimiento muy "doomesco”, oscuro y hasta retorcido.

Por eso no extraña encontrar temas que recuerden al disco “Cause Of Death” como “Soul Erosion” y “Entranced”, en donde predominan los tiempos medios remarcados por un muy repiqueteante doble bombo. Hay temas con mayor velocidad – sin llegar a ser frenética - como “Stench Of Paradise Burning” o el excelente “In Sufferance”, en el cual algunos blast beats se entrecruzan con machaques y trabazones.

También hay secciones más lentas en temas como “Beyond The Flesh” (Con John Walker de Cancer como invitado para los coros), lleno de matices grises, opresivos con algún cuele de velocidad esporádico que recuerda a Death, o mismo “Soul Erosion” con guiños a Bolt Thrower por su pesadez y pompa. Uno de los mejores temas es “Monarch Of The Sleeping Marches” en donde los violazos de Murphy atacan lentamente y con mucha melodía en su bridge, mechándose blast beats con pasajes más intrincados en el resto del track. De invitado aporta coros Aaron Stainthorpe (My Dying Bride, marche un inglés más)

Todos los solos de guitarra en este disco son espectaculares. Murphy se mueve como pez en el agua con ese estilo eléctrico, relampagueante y melódico. Si tengo que elegir el mejor momento, me quedo con todos los que ejecuta en “Deadspawn”. El CD se cierra con un outro llamado “Immemorial Dream”.

“Dreams Of The Carrion Kind” se editó nuevamente en el 2004, remasterizado, con bonus tracks (El demo que grabó previamente a este disco, producido por Scott Burns, y con Alex Marquez tras los parches).

Gracias a esta edición accedí a esta banda y muy buen laburo. Se nota que es un debut muy bueno en el cual se percibe claramente que James hace su primera experiencia como “líder de banda” y no como integrante que se limita a tocar la guitarra.

Al poco tiempo la banda se separó. Los hechos posteriores no ayudaron a que Disincarnate se “reencarnara”. Murphy llegó a tocar en Testament (Vino con ellos a Buenos Aires durante 1994 para la gira presentación de “Low”, disco en donde participó), pero en 1999 vendrían los golpes más duros para él.

Con un contrato de Nuclear Blast bajo el brazo, se encontraba trabajando en nuevo material para editar un nuevo CD de Disincarnate. Tenía su propio estudio en Oakland, pero repentinamente James perdió completamente la memoria.

De repente quedó sin hogar y el equipamiento de su estudio fue robado. En el 2001 llegó lo peor: se le detectó un tumor benigno – afortunadamente encapsulado – entre la glándula pituitaria y el cerebro, el cual entre otras cosas le provocaba las pérdidas de memoria.

El 70% del mismo fue removido, pero el 30% restante persiste, teniendo que tomar Murphy por el resto de su vida una medicación llamada “Parlodel”, sin mencionar las cirugías mayores y altas expensas a pagar por el tratamiento.

Veremos si con el tiempo se ve un nuevo disco de este talentoso guitarrista y su banda. Está en manos del destino.

Quienes deseen escribirle a James Murphy, por favor visiten su sitio.

http://www.msanthrope.com/jamesmurphy

Calificación: 8/10

CORONER “R.I.P.” (1987, Thrash Metal)


Mi inicio a esta banda suiza fue en 1990 gracias a los servicios de la disquería Excalibur. Solicité algo que sonara “Como Celtic Frost” y me grabaron este disco a cassette. Años antes había leído una nota en la revista “Metal” en donde hablaban maravillas del demo “Death Cult” (En donde el mismísimo Tom G. Warrior cantó). “R.I.P.” es un excelente disco de thrash metal que por momentos suena al rojo vivo y afiladísimo. Sin ir a los pedos como Dark Angel, ni llegar al grado de complejidad de colegas como Mekong Delta, Coroner supo dejar su huella gracias a este debut. Luego de una bellisima intro de piano Tommy T. Baron empieza su ataque de riffs cortantes y melódicos con “Reborn Through Hate”, demostrando que es el pilar de la banda y el eje por donde gira toda la música de Coroner. El primer riff de “When Angels Die” se anota en el top ten de lo mejor en la historia del thrash, remitiendo al viejo Megadeth pero mechado de toques clásicos en los punteos de viola. Con “Intro (Nosferatu)” y “Nosferatu” la banda llega a tope con Baron brillando con sus punzantes y filosos punteos que abarcan desde acústicas hasta cabalgatas memorables de riffs y sólos en plan “So Far So Good... So What!” con certeros cortes de ritmo. La sección que va de 01:36 a 02:08 es memorable, épica e inigualable, con unos teclados que dan la sensación de estrolarse contra un murallón. Vuelven a una veta más técnica y vertiginosa con “Suicide Command” (Un tema incluído en su primer demo), el cual acusa influencias de Celtic Frost con violas que son pura dinamita. Ron Royce (Bajista y cantante) le imprime a su voz un tono enojado sin sonar furioso, poniendo énfasis en la enunciación que en el grito desaforado. Los fantasmas del primer Iron Maiden en versión thrash sobrevuelan durante todo “Spiral Dreams”. El tema título, “Coma” y “Fried Alive” son temas vibrantes/intensos que mantienen las pulsaciones del oyente en un nivel muy alto pero que no se destacan tanto como el resto de los tracks ya mencionados. El disco se cierra con el desnucador “Totentanz”, que cierra el disco a puro palo. Coroner es un trío sumamente intenso, técnico, su thrash incluye arreglos inesperados, cortes y mucha adrenalina. La banda se volvería muy conocida en Europa. Sacaron varios discos de muy buen nivel pero a mi gusto ninguno igualó el impacto que generó este glorioso clásico (oculto) del género. Si bien algunas influencias de Celtic Frost y el viejo Megadeth son facilmente advertibles, la musica de esta banda te manda al “forense” sin escalas ni boleto de vuelta.

Calificación: 9/10

AT WAR “Retaliatory Strike” (1988, Thrash Metal)



Luego de un explosivo álbum debut en donde atacaban con temas muy en la vena de Mötorhead y Venom, el trío viaja a Nueva York para grabar este segundo disco junto al renombrado Alex Perialis tras la consola. El resultado es otro muy buen trabajo lleno de agresión y temas arrolladores, pero sin tanta “mística” como los temas que conformaban “Ordered To Kill”. “Retaliatory Strike” sigue manteniendo un clima “bélico” tanto con las letras - Algunas de ellas con alto contenido político y social - como con la música que es muy agresiva y no defrauda. Uno de los mejores temas es “Gutless Sympathizer”, rápido, filoso y “Motörheadesco”. “Church And State” sigue una linea similar (Un tanto más trabado en los rítmos), posee una letra en donde se critica la connivencia entre instituciones como la Iglesia y el Estado. Hay coqueteos con el punk y el hardcore en “Felon’s Guilt” y el breve/veloz “Thinkin’”. Todos los temas suenan ajustados, con toques de thrash de aquella época, lo cual se agrega a la fuerte influencia de Motörhead.Hay mas machaques y menos secciones rítmicas arrolladoras, riffs de Shawn Helsel atacando incesantamente en cada track, como en “Conscientious Object” “Crush Your Life” y “Creed Of The Sniper” (Con su brevísima letra “One shot! One kill! One way!”). A diferencia del CD anterior, la guitarra tiene mayor preponderancia por sobre la base rítmica, un buen ejemplo para cotejar ello es “Covert Sins”, con varios cortes y violazos puestos con precisión. “Retaliatory Strike” es un sólido trabajo, con tracks muy aguerridos que hacen honor al nombre del grupo (“En Guerra” en inglés). Como dato curioso, la tapa que se ve arriba es la de la edición CD, la original del vinilo eran unos helicópteros atacando un objetivo militar, la cual fue omitida en el relanzamiento en CD vaya a saber uno por qué. Para escuchar en pleno campo de batalla.

Calificación: 7/10

ONSLAUGHT “In Search Of Sanity” (1989, Thrash Metal)


Este álbum fue el primero que escuché de la banda, allá por Enero de 1990 me lo grabaron en cassette. Era una recomendación fija de la gente de Excalibur, que para aquellos años sí habían escuchado los discos anteriores, lo cual no era mi caso puesto que los escuché durante “la nefasta década del noventa”. Años después lo pegué en CD (Cuanto costó... de esos CDs que realmente eran figurita dificil).

Para este tercer trabajo firman contrato con un sello grande (London Records) y se ven forzados a echar a su cantante (Sy Keeler) por presiones de la discográfica, pero en su lugar ingresa Steve Grimmett (ex Grim Reaper, de gran voz y excelente manejo de las melodías. sin sacrificar potencia.

Onslaught en los sus dos primeros albumes tocaba un thrash furioso y crudo, cosa que ni por asomo se percibe en este “In Search Of Sanity”. Visto en retrospectiva, el sello pretendía del grupo un thrash más “técnico y melódico”, de tal manera de que pudiera competir contra las bandas americanas y alemanas.

Todos los temas en este nuevo disco machacan bajo una muy prolija producción, no por eso carente de potencia como para estamparte contra la pared (Riffs y batería a la cabeza).

En “In Search Of Sanity” no hay ni el más mínimo rastro que remita a las explosiones nucleares de “Power From Hell” o a la bestial ferocidad de “The Force”. Sí hay mucho thrash (melódico) con cortes, riffs, abundante electricidad en las ejecuciones y mucha depuración en las composiciones, y algunos arreglos intrincados. Algunos fans putearon y no se bancaron este giro en la música. En mi caso fue algo neutral ya que descubrí a Onslaught gracias a este disco.

Con el correr de los años, y luego de haber escuchado durante mucho tiempo “Power From Hell” y “The Force”, sostengo que “In Search Of Sanity” es por lejos mi disco preferido de la banda y a la vez puedo entender la bronca de aquellos que gustaban más del estilo más violento y vomitado.

En este nuevo disco todo es impecable y con una prolijidad sonora envidiable. Las guitarras de Nige Rockett y Rob Trotman disparan riffs/sólos con interesantes variaciones en cada track y se potencian con la batería de Steve Grice, un verdadero artillero tras los parches.

Luego de la intro más ploma que escuché en toda mi vida (“Asylum”, 5:16 de lima total compuesta por ruidos que son puro tormento), se tiran a la pileta con uno de los mejores temas del disco, justamente el tema título: lleno de cortes, melodías, con un Grimmett que sin dudas le da otra dimensión a Onslaught con su cantar potente y melódico que va de medios a agudos sin despeinarse. Los machaques no solo provienen de las violas sino que se complementan con la constante pegada que el susodicho Grice despliega en casi todos los temas, debidamente resaltada por Stephan Galfas en la mezcla y producción, siendo responsable fundamental de que muchas partes sean un diamante en bruto.

Las canciones promedian los siete minutos de duración lo cual les resta puntos, el disco realmente es una maza y da una clara impresión de que con una síntesis en cada uno de ellos el resultado hubiera sido perfecto. Los tipos igual hacen lo suyo con mucha agresividad y energía (¿Palabra clave del disco?. Si, es un disco muy “energético”), con excelentes melodías, electricidad abundante en los riffs y machaques de violas y batería.

En la joya del disco (“Lightning War”) todas las cualidades descriptas anteriormente convergen dando por resultado algo descomunal, en donde las violas de 04:14 a 04:34 y de 06:04 a 06:24 se mandan riffeos memorables junto a Steve Grice que galopa en la batería. Hay otros temas que son lentos como el eterno (Casi 13 minutos) “Welcome To Dying”, en donde Grimmett nuevamente muestra cuanto sabe manejar la garganta. En otros tracks el quinteto amalgama armonías y velocidad constante pero controlada (Caso de “Blood Upon The Ice” y “Shellshock”).

Se incluyen dos covers que son correctos y nada más: “Let There Be Rock” de AC/DC (Ya había sido grabado con Sy Keeler y lanzado como single pero Grimmett para variar le imprime más melodía, y la versión es mejor a la del EP), y “Confused” de Angel Witch, que es la excepción total del disco por su duración: menos de dos minutos.

Vuelven los galopes electrizantes de la mano de un tema que mejor nombre, imposible “Power Play”, con violas gemelas en plan Maiden (Desde 04:05 a 04:41 se mandan otra sección memorable, otro golazo).

Una review que tardé mucho más tiempo del que creía en escribir porque es un disco que me encanta pero no puedo describir con la precisión que deseaba, o la que pretendía. Los puntos flacos que cité (Temas largos, dos covers – uno ya incluído en un single - en vez de dos temas propios que hubieran sido más que bienvenidos) restan al resultado final.

Pero Grimmett con su experiencia, oficio y proezas vocales, de la mano de una banda ajustadísima y “al dente”, junto a una producción muy sólida y nítida hacen de este disco una locura inolvidable.

Calificación: 9/10

miércoles, 12 de septiembre de 2007

ATROPHY "Violent By Nature” (1990, Thrash Metal)


La primera vez que escuché algo de estos thrashers oriundos de Arizona (Estados Unidos, como Flotsam And Jetsam y Sacred Reich) fue gracias a un chileno con el que hacía tape trading. Para completar una cinta que me había enviado me grabó un par de temas de este disco. Pero ya el CD en plenos noventas estaba totalmente descatalogado. Hace dos años Displeased Records lo lanzó remasterizado, y si bien lo bajé en mp3 pude comprarlo original como para terminar de captar el sonido de la banda en este disco.

Ya hablé de “Socialized Hate” (También salió remaster) en este blog. En ese disco la banda sonaba muy fresca, agresiva y veloz, dando por resultado un thrash tradicional muy potente con ciertos toques técnicos y mucho guiño a la Bay Area de San Francisco. Para “Violent By Nature” la banda viaja a Los Angeles a grabar junto al experimentado productor Bill Metoyer.

El resultado es un disco mejor producido que el antecesor, con arreglos más trabados y logrados, pero con una gran diferencia: se extraña la fuerza que desbordaba en el debut, que aquí aparece controlada y contenida, un buen ejemplo es el track “In Their Eyes”, donde podés escuchar el mínimo detalle de cada instrumento.

No caben dudas que Chris Lykins y Rick Skowron con sus riffs y sólos son los que le insuflan adrenalina al thrash de Atrophy, logrando machaques adictivos en “Too Late To Change” que se mezclan con melodías en la voz de Brian Zimmerman (Con algo de Chuck Billy en ella). “Puppies And Friends” abre a toda potencia y machaque (Con algo de Forbidden), y la empalman con el tema título con coro al mejor estilo Death Angel. Zimmerman es muy eficiente, sabe alternar su voz más thrasher con la más melódica.

La banda suena más enojada y compacta en temas como “Forgotten But Not Gone”, el trabado “Slipped Through The Cracks” el agresivo y filoso “Process Elimination” y “Right To Die”, que con sus riffs iniciales te destroza de cabo a rabo y se destaca por encima del resto del lote y sea acaso el mejor tema del disco junto al vertiginoso “Things Change”. Curioso, el disco se cierra muy al mango. Estos tres últimos tracks remiten más a lo hecho en el disco debut y levantan el puntaje del CD.

El resto del disco está correctamente interpretado y sigue la línea de los temas ya descriptos. Si te partió la cabeza “Socialized Hate”, este CD lo hará en menor medida pero dudo en absoluto que te desagrade. Los temas tienen un pequeño defecto que no corrigieron de su debut: suenan extremadamente parecidos, lo cual es mucho decir para una banda de thrash, un género hiperenergético pero con límites musicales bien definidos.

“Menos violento por naturaleza que el odio socializado” es mi veredicto. Pero como me gusta este tipo de thrash. Lastima que una tras otra luego de segundos discos fueran desapareciendo. Pero la demanda de reediciones en CD de estos grupos (En plena epoca de downloads y crisis discográfica) habla de lo grosso que fueron los mismos para muchas personas en aquellos años.

Calificación: 7/10

lunes, 10 de septiembre de 2007

CYNIC "Focus" (1993, Technical Death Metal)


Estoy a punto de escribir mi review más dificil de toda la historia. Nunca tuve los huevos para hacerla y me moría de ganas. Hace 15-18 años cuando no había Internet, para informarme acerca de la música comprabamos revistas especializadas en heavy metal. Me gustaba mucho comprar la revista yankee “Metal Maniacs”. Número tras número se deshacían en elogios con una banda Cynic, que decían hacía un Death metal virtuoso, mezclando ejecuciones espectaculares con diferentes estilos, un híbrido que iba desde el jazz hasta lo latino/arábigo. A la vez, Chuck Schuldiner de Death convocó a dos de sus músicos para grabar “Human” (El baterista Sean Reinert y el guitarrista Paul Masvidal).

Recuerdo perfectamente cuando lo compré. Febrero de 1994. Volvía de mis vacaciones en Brasil. Fuí a Excalibur y me compré este CD. Ya en la review del disco que hizo Metal Maniacs me alertaban “Oyentes no acostumbrados a estructuras complejas, comiencen por el tema 6, salteense los primeros 5”.

La primera vez que escuché “Focus” me pareció espectacular (Aclaro que arranqué del track 1), pero efectivamente, a partir del tema 6 algo empecé a cazar. Les aseguro que al día de hoy cada vez que lo escucho, le encuentro algo nuevo, cada arreglo es impredecible, cada ejecución tiene inspiración, magia, y cientos de adjetivos más.

Cada tema de “Focus” es como un árbol que se ramifica, y de ahí salen nuevas ramas, que de repente retoman una para volver a ramificarse. Explicación limadora pero creo que es la más ilustrativa. Y las ramas de este árbol son de primera calidad, únicas, y no son para cualquier amante de cualquier árbol.

Estos 4 músicos son unos hijos de puta (En el gran sentido), están llenos de genialidad. Voy a tratar de simplificar porque la música de Cynic es tan cautivante, exótica, hipercompleja, coquetea con lo latino para bandearse al Jazz, hay voces sintetizadas de todos los colores (A cargo del mismo Masvidal) mezcladas con podridas (A cargo de un invitado llamado Tony Teegarden), cosas electrónicas en la bata y en los demás instrumentos, solos exquisitos, líneas de bajo que te hacen caer de culo con sus infinitos recursos y vueltas, cambios en las estructuras rítmicas que incomodan al oyente desprevenido, dos violeros que tiran un riff tras otro, lo mutan, amaga volver y sale para otro lado desvaneciendose.

Una banda del carajo, pero no para cualquier oyente. Cynic que es lo complejo de lo complejo, y a mi criterio fue una de las últimas bandas que le cambió la cara al (death) metal con su mega fusión de ingredientes, yendo a contrapelo del death metal de los 90’s. Desde los 15.000 arreglos/variantes y tintes hindúes de “Veil Of Maya”, seguido de mi favorito “Celestial Voyage” (Los violeros Paul Masvidal y Jason Gobel meten un riff genial tras otro mientras Sean Reinert toca jazz, fusion) son 8 tracks que se develan como un universo aparte que debe ser descubierto, palpado, respirado, analizado, con la debida paciencia. “Sentiment” es hiper complejísima, aquí se luce más la sección rítmica que incluye a un monstruo en el bajo llamado Sean Malone. No conforme con mostrar que sabe tocar “chapman stick”, se manda un solo al mejor estilo Jaco Pastorius en el enorme “Textures” (Que tiene 3450 texturas desde el death metal, lo electónico, new age, y me olvido alguno más en el tintero).

Las voces en todos los temas son aleatorias, van desde sintetizadas, “robotizadas”, limpias. No atacan: sorprenden. Si no te avivaste que esto es para escucharlo con los 10 sentidos, totalmente “focalizado” en el CD, pues directamente no lo escuchés.

“Focus” brilla tanto con sus arreglos, fusiones, experimentos, y demás, que por momentos se vuelve “hiper cerebral”, lo cual 13 años después sigue haciendo que me saque la galera frente a estos tipos, pero no me vuelen la cabeza (Como si lo hace Atheist que tiene ejecuciones más “zarpadas”).

Si buscás lo más aproximado al death metal (Sin llegar a serlo), arrancá por “Uroboric Forms”.

Pero quería que Cynic estuviera acá. Más aún que “Focus” salió remasterizado hace dos años y conseguí el CD que incluye temas de lo que luego fue una ramificación de la banda al separarse (Portal, nada de otro mundo), y tres remixes 2004 de los viejos temas, ¡¡Con los coros aún más al frente!!!

¿Qué decir?. Cada miligramo de riff, arreglo, matiz suena más nítido gracias al remasterizado del disco. Un álbum único en la historia del metal. No le den bola a mi calificación (Es sólo una cuestión de piel, me esperaba más polenta y decibeles amalgamados con todo lo anterior, igual Cynic es una MAZA) y ESCUCHENLO!!!!.

Una review desordenada, llena de apreciaciones que espero los desconcierte lo suficiente como para que vendan el alma al diablo y se hagan de este disco.

Y es un disco... que me emociona.

Calificación: 8.5/10 (Calificación Moral: 10/10)

SADUS "Swallowed In Black" (1990, Thrash Metal)


Curiosa mi historia con esta banda. En 1992 durante una de mis visitas a Excalibur, le pedí al disquero algo que sonara similar a Kreator, y me grabó este CD en un cassette muy berreta (o se grabó mal... ¡¡¡Ya ni me acuerdo!!!). Lo terminé desechando y al escucharlo 3-4 veces no me llamó la atención mayormente y hasta no me gustó. Años después le dí una segunda chance y lo escuché directamente en CD: ¡Ahí me cayó la ficha!.

Hace unos días me llegó una edición limitada del mismo en digipack remasterizado (Con excelentes resultados de remasterizado) y dos bonus tracks, todo ello gracias a el sello polaco Metal Mind (Que compró la licencia de algunos viejos discos gloriosos del catálogo de Roadrunner).

Sadus proviene de Antioch, California. Formados en 1984, sacaron una serie de demos que captaron la atención del incipiente underground extremo de los ochentas. Luego de un primer disco editado por sus propios medios, llamado “Illusions” pero que luego titularían “Chemical Exposure” al editarlo en cassette, la banda se hizo conocida por tocar un thrash muy acelerado/crudo sin perder de vista las ejecuciones intrincadas por parte de los músicos. Para este segundo álbum consiguen contrato de grabación con Roadrunner, y Michael Rosen (Conocido por sus trabajos junto a Forbidden y Death Angel) produce el disco con excelentes logros. El producto final es una banda que ataca al oyente sin parar mediante una inagotable e intensa catarata de riffs, cortes, aceleraciones, voces aguerridas e interpretaciones musicales interesantes puestas en ciertos momentos estratégicos del CD.

El “Ancho de Espada” de Sadus son sus riffs letales y demoledores. Los cuatro músicos forman un combo destructivo, solidísimo, en donde la base rítmica se lleva todo puesto gracias a dos músicos destacadísimos (El virtuoso Steve DiGiorgio en el bajo y Jon Allen en la batería), secundados por dos machacosos y precisos violeros (Rob Moore y Darren Travis, quien además es el vocalista).

“Black” y “Man Infestation” son velocidad y oscuridad all cien por cien con algún corte de rítmo “sorpresa”. Es evidente que a Sadus le sienta a gusto el velocímetro bien en rojo, uno puede llegar a inferir que con tanto tempo frenético en su música el grupo puede “perder el control” de lo que está interpretando. Esto está lejos de suceder ya que todos los tracks suenan hiper ajustados.

En el resto del CD hay matices y texturas que no se pueden dejar de mencionar. “In Your Face” lo dice todo con su título (“En tu cara”): dura 1 minuto y es a las chapas. En las primeros instantes de “False Incarnation” se nota la influencia de Forbidden por el estilo de riff elegido: majestuoso y aplastante. En los primeros segundos de “Images” amagan con iniciar un thrash “jazzeado” pero se desatan con descarga letal plagada de cortes y solos de guitarra precisos.

Se suceden más momentos de muchísimo MACHAQUE (Palabra clave en “Swallowed In Black”) de guitarras y arreglos intrincados, en temas como “Powers Of Hate”. Este frenesí y premeditación de acelerar intensamente, el cortar un track para volver nuevamente con la base volando a los reverendos pedos se repite en “Oracle Of Obmission”.

Los mejores tracks del CD son – por un lado - “Arise”, en donde la banda acelera menos y elabora más, habiendo una mayor preponderancia y presencia al doble bombo de Allen. De 04:48 a 05:50 recuerdan mucho a Revenant por el uso del medio tiempo junto a guitarras nostálgicas y filosas. Por el otro, tenemos a “Good Rid’Inz” que es puro descontrol y negrura con su sección de riffs aplastantes de 02:03 a 02:41, (Y de 03:09 al final) en donde cada viola ataca desde un flanco distinto del auricular como si fuera una ola furiosa estampándose contra una roca.

Esta edición limitada se completa con más dinamita: dos temas de su primer demo “D.T.P.” (Death To Posers... en español Muerte a los “caretas”). Tanto “Kill Team” como “Fight Or Die” son intensísimos y furiosos. Darren vocifera con una voz casi blackmetalera y la banda suena muy en la vena de Dark Angel.

Un gran disco, para muchos el pico más alto que alcanzó la banda (Incluyendo al mismísimo Steve DiGiorgio, quién luego tocaría en Death y Testament, entre otras bandas). Fans del thrash más acelerado y técnico: “traguense esta negrura” de thrash.

Calificación: 8.5/10

domingo, 9 de septiembre de 2007

DREAM THEATER "Images And Words" (1992, Progressive Metal)


Recuerdo que durante 1990 revistas argentinas especializadas (Madhouse) hablaban maravillas sobre una – por aquel entonces – ignota banda norteamericana llamada Dream Theater. Cuatro años después un compañero de trabajo y actual mejor amigo mío me volvía loco para que los escuchara pero no le daba bola. Un día de 1994 me encontraba revolviendo bateas en la disquería Thor (Galería Bond Street) y me lo compré. Fue un gran impacto para mí: el primer día lo escuché como diez veces. La propuesta iba absolutamente a contrapelo de lo que el mercado metálico ofrecía en esa 1992: thrash metal en abundancia (Metallica, Megadeth, Pantera, Sepultura), timidamente aparecían los primeros atisbos de lo que fue el movimiento grunge, y bandas clásicas que sacaban buenos y excelentes discos (Iron Maiden, Queensryche, Kiss).

Básicamente Dream Theater es una gran mezcla de lo mejor de MUCHOS estilos de la década del setenta. Hay mucho de rock sinfónico/progresivo (Yes, EL&P y Génesis a la cabeza), algo de bandas como Kansas, cosas de Rush, y otras de Queensryche por mencionar sólo algunas bandas de referencia. El mérito es que en este álbum todo se amalgama de tal forma que uno no puede hablar de robo en ningún momento.

James LaBrie es un vocalista excelente. Alterna agudos con vocalizaciones excelentes, no tiene problemas con los registros más graves. En “Images And Words” debuta a lo grande, dejando chiquito al cantante anterior (Que era demasiado “nasal” en el álbum debut “When Dream And Day Unite”). Para botón de muestra, “Pull Me Under” muestra sus virtudes cantando... y las virtudes de la banda!!!. Son músicos de excelentes para arriba, y además de componer temas excelentes, las ejecuciones rayan la perfección. En este tema hay un riff filoso que se alterna con los teclados, por momentos hay tempos de batería thrashers, y los coros recuerdan al gran Yes de “90125”.

“Another Day” es una bellísima balada que suena a FM sin serlo. Las partes de piano de Kevin Moore y el saxofón de Jack Beckestein son sencillamente exquisitas. “Take The Time” vuelve a ofrecer teclados setentosos que suenan a noventas, nuevamente coros de gran factura, partes intrincadas mechadas con otras más “accesibles”, guitarra de John Petrucci tirando solos perfectos. A mitad de tema hay una especie de zapada funk al mando de la sección rítmica a cargo de John Myung (Bajo) y Mike Portnoy (Batería) que es uno de los puntos más altos del disco y mi tema preferido.

“Surrounded” es otra hermosa balada (por ponerle un rótulo) cortada abruptamente por ejecuciones y teclados a lo Marillion con LaBrie cantando como Geddy Lee (Rush). Es el tema que más parecido suena al glorioso trío canadiense. El cierre es bellísimo, nuevamente con pasajes muy tranquilos y climáticos. Ya a esta altura el oyente queda pasmado por el equilibrio perfecto entre metal, temas que parecen comerciales pero no lo son, influencias de todos los colores provenientes de los setentas, y la excelente producción a cargo de David Prater.

Los cuatro temas restantes de la placa son los más dificiles de digerir. “Metropolis Part I” y “Under A Glass Moon” están llenas de arreglos, sorpresas, cortes, efectos, instrumentos de percusión, líneas de bajo y cualquier variante musical posible que pueda salir de una guitarra, bajo, batería y teclado. El tema que cierra dura 11 minutos (Los restantes promedian los 7-8 min.) y es sublime. El piano de Moore nuevamente nos adentra en esta perla llamada “Learning To Live”, con pasajes y climas inolvidables que tienen todos los colores imaginables (Para variar).

Con este disco, Dream Theater se posicionó en el metal. En su momento vendió 500000 copias (Seguro que hoy en día esa cifra es muy superior. Para quienes disfrutamos de “Images And Words” en esa época, ya sabíamos que iba en camino a ser una banda para cosas mayores.

Calificación: 9/10

AEROSMITH "Pump" (1989, Hard Rock)


Debo admitir que descubrí a esta banda precisamente por este disco al momento de su edición en Argentina (Ver año de edición arriba). No sabía casi nada de estos tipos, salvo el nombre en algunas revistas yankees como Hit Parader, honestamente no eran muy conocidos en Argentina (Por decir casi no conocidos). Luego me enteraría de que en sus shows convocaban más gente que Kiss en su mejor momento de la decada del 70, de los excesos faloperos de Tyler y Perry que casi más terminan con la vida de ambos, y de la existencia de álbumes clásicos como “Toys In The Attic”, ni hablar de su posterior y crucial influencia en el hard rock americano de los ochenta mal denominado “Glam Metal” (Motley Crue, Ratt, Poison, Cinderella, Faster Pussycat, etc...)

Ubiquemonos en el tiempo: Un grupo llamado Guns and Roses triunfa y se catapulta al éxito masivo de la mano del formidable álbum “Appetite For Destruction” (Que irá en algún otro post a futuro, sin dudas), muy influenciados por Aerosmith y Hanoi Rocks entre otras bandas. El lanzamiento de “Pump” (Luego del muy buen disco “Permanent Vacation”) se dá en el momento justo, gracias al suceso obtenido por los Guns. Pero “Pump” muestra quienes fueron los patentadores de ese tipo de hard rock, demostrando que estos tipos lisa y llanamente son una maquina de rockear adictiva, coqueteando por momentos con el boogie y country.

No hay un solo tema de relleno y el disco se desgrana en un clima sumamente cálido y “divertido”. En criollo: “Pump” es una maza.

“Young Lust” es una trompada energética de rock, con esa voz singular (E inconfundible) de Tyler, se empalma con otra pieza muy rockera “F.I.N.E.”. La formula hard rockera funciona de maravillas, primera parte, coros, primera parte, coros, solo. Contundente. Acaso la diferencia esté en que lo que interpretan los ñatos en cada tema es único y con mucho groove/feeling, yo me inclino a que la suma de los cinco, más las composiciones gancheras/rockeras da el coctel que hace de Aerosmith una banda esencial en el rock.

“Love In An Elevator” en su arranque parece más un tema de Def Leppard (por los primeros coros), fue el primer single del álbum y sigue los lineamientos de los dos primeros temas. Se me hace dificil detallar cosas específicas en este álbum ya que el total supera a lo individual y “Pump” brilla más por el todo y no por las partes. Es un disco que no dan ganas de ponerle stop ni siquiera para ir a otro lugar, tiene un ingrediente altamente adictivo, pasan los temas y uno pide más.

Uno de los puntos más altos del álbum es el tema “Janie’s Got A Gun” (Con una letra muy interesante), le siguen “The Other Side”, “My Girl” y “Don’t Get Mad (Get Even)” (más rock ganchero para variar), las violas de Joe Perry y Brad Whitford son un compendio de yeites del género reinterpretados por dos músicos llenos de inspiración y frescura, y la base compuesta por Hamilton/Kramer se destaca en la mezcla brillando por su solidez, contundencia y efectividad.

El tema más diferente de los 10 es “Voodoo Medicine Man” por el groove logrado y el tratamiento de los coros. Una bella ballada titulada “What It Takes” cierra el disco. La garganta de Tyler brilla con tanta interpretatividad y feeling. Luego de este disco, mucha gente los descubrió (tal fue mi caso), pero las FM abusaron de posteriores baladas, mismo MTV con los videos de la banda (De ahí salieron Liv Tyler, hija del cantante y la bellísima Alicia Silverstone), llegando a saturar con la difusión.

Nada importó, cuando una banda es realmente buena y clásica, estas cosas quedan en segundo plano. Aerosmith llegó a la perfección con “Pump”. Ah, y la producción de Ted Templeman es colosal.

Calificación: 10/10

JUDAS PRIEST "Painkiller" (1990, Heavy Metal)


Recuerdo haber escuchado los avances de este álbum en el programa radial “Heavy Rock And Pop”, allá por 1990. Mi grabador me fulminó con dos temas: El que dá nombre al álbum y “Metal Meltdown”. Los conductores del programa (Alejandro Nagy y El ruso Verea) quedaron anonadados como yo y otros cientos de oyentes que estaban sintonizando la radio. Al mes, un amigo me lo copió de cassette a vinilo. En 1991 fue uno de mis primeros CDs adquiridos gracias al tímido surgimiento de disquerías vendedoras de Compactos en aquella época... y gracias a que en ese año ¡¡¡¡Conseguí trabajo!!!. “Painkiller” es el mejor disco de la historia de heavy metal, a mi entender. Una institución como Judas Priest, con discos imprescindibles bajo el brazo como “Hell Bent For Leather”, “British Steel”, “Screaming For Vengeance” y “ Defenders Of The Faith”.

Todo un emblema del metal británico junto a Iron Maiden y Saxon, que venía decaído luego de álbumes aceptables/pasables como “Turbo” y “Ram It Down”. Nadie daba mucho por el nuevo material... y eso ayudo a que la descarga fuera aún más letal. “Painkiller” debe escucharse de una oída. Sigue sonando fresco y vigente al día de la fecha, provoca los mismos efectos devastadores observados luego de su edición. Es un torrente de heavy metal al 100%. Ya en el arte de tapa se presagia un apocalípsis, con sentencia incluída en la contatapa. En este pico alto de rendimiento, mucho tuvo que ver el ingreso de Scott Travis en la batería, y el gran Rob Halford cantando al límite de su garganta y posibilidades. Glen Tipton y K. K. Downing redondearon diez composiciones perfectas, y el coctel fue mortal por donde se lo viera.

Nos tomó a todos desprevenidos... “Painkiller” (el tema) te vuela los tímpanos de entrada con los mazazos de Scott Travis en los primeros 15 segundos. La dupla de guitarras Tipton/Downing escupe solos infernales, y Halford se saca los huevos por la garganta para cantar más agudo de lo que ya hacía. El tema es rápido y furioso, provoca el efecto que surte una trompada en la cara. “ Hell Patrol” es a medio tiempo, con riffs memorables y grandes coros. “All Guns Blazing”, “Leather rebel” y “Metal Meltdown” no decaen en demoler cerebros, mostrando más ferocidad en las performances de los músicos, siguen los falsetes apocalípticos de Rob, Travis ya es una máquina inhumana de taladrar parches.

“Night Rider” tiene algo del Judas más viejo, posee un gran bridge, el tema es semi-acelerado con algunas alteraciones de tempo. “Between The Hammer And The Anvil” y “A Touch Of Evil” se mantienen en esos parámetros, uno siente que no quiere dejar de escuchar el CD ni siquiera para ir al baño. Todos los temas destilan mucha pesadez y tienen un singular gancho, acaso con un ingrediente de adicción inexplicable. La producción de Chris Tsangárides hace que todos los instrumentos se aprecien y lastimen a la vez, hasta el bajo de Ian Hill está poseído por la vorágine interpretativa y se dá a conocer. Esta obra de arte, es cerrada con un himno épico titulado “One Shot At Glory”.

No hay mucho más para destacar. Si no escuchaste “Painkiller”, dificilmente entiendas que es el metal. Sin vueltas. Y si no sabías que era Judas Priest, tenés que empezar con este disco... sumamente esencial... e imprescindible.

Calificación: 10/10

viernes, 7 de septiembre de 2007

ONSLAUGHT "The Force" (1986, Thrash Metal)


Tras el bombazo inicial que significó “Power From Hell” la banda sufrió algunos “enroques” curiosos de integrantes: Paul “Mo” Mahoney de cantar en el debut pasó a tocar el bajo, lo mismo el bajista Jason Stallard que pasaría a tocar la segunda guitarra en este y agregarían un nuevo vocalista para pasar de cuarteto a quinteto.

Al año un segundo disco vería la luz... que es otro bombazo más en tu cráneo. “The Force” es thrash metal totalmente al mango, furioso, veloz, irritante, lleno de secciones con machaques aguerridos y medios tiempos alternados de intensa velocidad sin perder de vista ese sonido “volcánico” que marcaba a fuego su primer disco.

Sy Keeler es el nuevo vocalista, tira tanto agudos como voces bien thrashers superando en todo a su antecesor. Al adicionar un violero más Onslaught se asegura un sonido más macizo y contundente. Los riffs están más al frente, caso de “Metal Forces” que le guiña al metal tradicional con su riff principal.

“The Force” recuerda en ciertos pasajes al clásico “Bonded By Blood” (Exodus) pero más controlado gracias a las muy buenas violas de Nige Rockett y Jason Stallard que no paran de riffear primogénitamente pero con un machaque preciso y crudo.

“Fight With The Beast” y el aplastante “Flame Of The Antichrist” acusan algo del Slayer más viejo y no perdonan con su intensidad. Siguen sangrando los tímpanos con los dos últimos temas, “Contract In Blood” (Con violazos maravillosamente sucios y filosos) y uno que con su título resume todo “Thrash Till The Death”.

En resumidas cuentas, “The Force” retiene toda la brutalidad de “Power From Hell” dandole más forma con riffs más trabados, medios tiempos alternados de velocidad pura y mucha pero mucha “fuerza”.

Calificación: 8.5/10

jueves, 6 de septiembre de 2007

MORBID ANGEL "Altars Of Madness" (1989, Death Metal)


Luego de haber escuchado su segundo disco (“Blessed Are The Sick”) retrocedí un casillero y me grabaron en cassette este gran debut. Morbid Angel es para mí una de las bandas más importantes del death metal, a saber: por trayectoria, brutalidad basada en una composición que se nutre de riffs disonantes y climas muy oscuros en cada tema.

Durante los ochentas inundaron el underground con demos y hasta hubo un álbum grabado que no se lanzó en ese momento (“Abominations Of Desolation” el cual luego sí fue editado). Earache ofrece al grupo un contrato de grabación dando por terminada la etapa en la que Morbid Angel era considerada “la banda más promisoria del underground que no tenía sello discográfico” (Junto a Immolation).

“Altars Of Madness” es un debut aplastante, viscoso, muy “Lovecraftiano”, con momentos muy logrados a nivel composición. Lograron plasmar todo lo que venían exhibiendo en los mencionados demos con el añadido de teclados que se cuelan en ciertos temas confiriéndoles más oscuridad y densidad a la que de por sí tienen, como es el caso del primer tema “Inmortal Rites” y en el tremendo “Chapel Of Ghouls” con una sección que va de 01:52 a 02:23 logrando un pasaje increíblemente majestuoso y tenebroso que se repite en el solo de Trey de 02:44 a 03:23 en donde desintegra a su guitarra con todo tipo de sonidos.

Si bien uno de los fuertes de la banda es la velocidad, aquí es administrada y controlada: numerosos cortes se alternan frente a secciones de puros blast beats como en “Maze Of Torment”. Pete Sandoval (quién tocaba antes en Terrorizer junto al bajista David Vincent) muestra que es un baterista con numerables recursos sin limitarse a tocar rápido exclusivamente sacándole muy buenos golpes a su doble bombo.

No se puede dejar de mencionar al guitarrista Trey Azaghtoth, quién no solo vomita riffs volcánicos tema tras tema sino que ataca con solos técnicamente buenos y efectos que resaltan la disonancia, como se puede apreciar en el más directo y brutal “Bleed For The Devil”. El bajista y vocalista David Vincent tiene una voz que va acorde a las pretensiones que Morbid Angel tiene, suena increíblemente macabro. Más violencia, velocidad y death metal furioso se suceden con “Blasphemy” (De lo mejor del CD), y el cierre con “Evil Spells”.

La ejecución es sumamente brutal pero conservando la técnica (En especial los casos de Azagthoth y Sandoval), por momentos dan la impresión que sacan de las tripas cada riff, cada golpe o cada rugido en la caso de David Vincent.

Uno de los discos más emblemáticos del género y un gran debut de una banda pilar en lo suyo.

Calificación: 8/10

PD: Salió remaster con un DVD Bonus de un show en Inglaterra. 100% asesino. La banda estaba afiladísima en vivo para la gira de este disco.